“En la Universidad de Colima los estudiantes son nuestra razón de ser, pues ellos y ellas representan el futuro y cada una de las actividades que realizamos está pensada para su formación”, aseguró el rector Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño la del este viernes, durante la etapa final y premiación del IX Concurso de Lectura en Voz Alta, que es parte de las actividades de la XXIII Jornada del Libro Universitario Altexto 2021.
En la final, realizada de manera presencial en el Teatro Universitario y transmitida en vivo por Universo 94.9, el primer lugar fue para el estudiante del Bachillerato 25 de Comala, Jesús Ramsés Velasco Rincón, quien obtuvo una Tablet Huawei de 16 gigabytes; el segundo para el alumno del Bachillerato 9, Alejandro Navarro Figueroa, quien recibió una E-Reader Kindle y el tercer lugar para la estudiante del Bachillerato 32, Nirvana Monserrat Morales, quien obtuvo un Smartwatch. Además, recibieron una dotación de libros.
También hubo premios para el ganador del cuarto lugar, el estudiante Jesús Daniel Ávalos Gutiérrez, del Bachillerato 21, y para Georgina Concepción Flores Méndez, del Bachillerato 8, quien ganó el quinto lugar. Ambos recibieron una dotación de libros. En esta etapa final participaron los diez jóvenes finalistas de las cinco delegaciones universitarias. Todos y todas recibieron constancia de participación.
Integraron el jurado Guillermina Cuevas, Alberto Llanes, Blanca Reyes Martínez, Karina Robles Gómez y Martín Aguilar Estrada, quienes calificaron aspectos como el volumen de voz, la fluidez, el respeto a los signos de puntuación, la dicción, expresión oral, expresión corporal y el respeto al tiempo asignado.
Para el concurso final, las y los participantes recibieron un texto al azar del libro “Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes”, de las escritoras italianas Elena Favilli y Francesca Cavallo.
En su mensaje, el rector Christian Torres Ortiz dijo que la comunidad universitaria está celebrando en estos días no sólo la realización de Altexto 2021, sino también el regreso gradual y responsable a las actividades presenciales en nuestra máxima casa de estudios.
“Observar que nuestros estudiantes vienen acompañados a este concurso con algunos de sus familiares, es una muestra de la confianza que pueden tener en la institución donde estudian sus hijos e hijas, y quiero que sigan teniendo la confianza de que si la Universidad de Colima los convoca a una actividad presencial, los vamos a cuidar de la mejor manera posible”, enfatizó el rector.
Comentó también que la lectura no es solamente una habilidad más del ser humano “sino una herramienta de impacto transversal en quienes la practican, ya que al leer, nuestro cerebro decodifica información, lo que requiere un gran esfuerzo mental; es una práctica para fortalecernos a nivel cognitivo mientras nos cultivamos sobre algún tema”.
Además, aseguró, la lectura en voz alta pone en juego capacidades adicionales como la expresión oral, la regulación del volumen de voz, la fluidez de lectura, el respeto de los signos de puntuación, el cuidado de la dicción y la correcta entonación de cada palabra, así como el reforzamiento de la seguridad; “estas habilidades no sólo las necesitamos en el ámbito escolar, pues al egresar y formar parte del campo laboral, los estudiantes en algún momento tendrán que poner en práctica dichas capacidades”.
Destacó también la importancia de la expresión oral en la vida, “pues nos permite darnos a entender, expresar nuestras ideas, conectarnos con otros desde el nivel familiar y de amigos y con la sociedad en general; “si observamos a personalidades con carreras exitosas en cualquier área, ya sea la ciencia, la cultura, la industria o cualquier otra, nos daremos cuenta que tienen muy buen dominio de su expresión oral”.
“Desde este espacio, quiero animar a nuestros estudiantes a seguir participando en este tradicional concurso, y a los profesores y profesoras a seguir promoviendo dicha actividad. Tengo claridad de que quienes se acerquen a la lectura en voz alta tendrán una experiencia muy enriquecedora, podrán convivir con compañeros de otros bachilleratos y compartir aprendizajes, así como recibir premios como incentivos para motivarlos”, concluyó.