El primer ministro de Kenia visitó recientemente Israel en busca de ayuda para «destruir al pueblo musulmán y su religión», aseguró el martes un portavoz del grupo miliciano somalí al-Shabab.
Sheik Alí Mohamud Rage también advirtió que Kenia aún tenía oportunidad de retirar sus fuerzas de Somalia porque las «cosas no han comenzado en serio», una probable referencia a amenazas para realizar ataques terroristas en Nairobi, la capital keniana.
La oficina del primer ministro de Kenia dijo el lunes que el país recibió el apoyo de los líderes de Israel para ayudar a Kenia a luchar contra lo que llamó «elementos fundamentalistas». Raila Odinga, primer ministro keniano, visitó el domingo y lunes Israel y buscó ayuda para forjar la capacidad de las fuerzas de seguridad de su país.
Las tropas kenianas entraron en Somalia para combatir a los militantes de al-Shabab que en represalia prometieron realizar ataques terroristas en Nairobi.
«Nosotros le decimos a Kenia que las cosas no han empezado en serio todavía y ya pasó un mes. Ustedes aún tienen la oportunidad de regresar a su frontera», dijo Rage.
Kenia dijo en un comunicado que el presidente de Israel Shimon Peres y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu prometieron ayuda a la nación de Africa oriental para asegurar su frontera con Somalia.
Un comunicado de la oficina de Odinga dijo que Netanyahu prometió ayudar a formar «una coalición contra el fundamentalismo», uniendo países como Kenia, Etiopía, Sudán del Sur y Tanzania. Según el gobierno de Kenia, Peres dijo que Israel estaba dispuesto a hacer «cualquier cosa posible por (la seguridad interna de) Kenia».
El gobierno israelí no confirmó ninguna declaración de la oficina de Odinga. Israel dijo que las reuniones fueron una continuación de las profundas relaciones entre Israel con los países africanos.
Las fuerzas de seguridad de Israel están entre las mejores del mundo para lidiar con amenazas terroristas, lo que hace lógico que Kenia busque ayuda en ese sentido. Pero al-Shabab pudo haber visto la petición de Kenia como una provocación.
En 2002, extremistas detonaron explosivos en un hotel propiedad de israelíes en la costa keniana cerca de la ciudad de Mombasa, dejando 13 muertos. Los milicianos también intentaron derribar un avión comercial de Israel al mismo tiempo.
Con información de AP