Energía para el futuro

Por Héctor Romero Fierro

El Consejo Coordinador Empresarial CCE lanzó una propuesta para explicar a la ciudadanía las negativas implicaciones de la iniciativa de reforma eléctrica planteada por el presidente López, la cual puede ser consultada en la página www.energiaparaelfuturo.org

Ésta parte del análisis del intento de reformar tres artículos de la Constitución con dos objetivos principales, según la propia explicación de la página, el primero darle a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) preferencia siempre, para que pueda generar la mayoría de la electricidad sin importar el costo o el nivel de emisiones contaminantes, lo que implica limitar la participación de los generadores privados, aun cuando ofrezcan un menor costo de generación o energía más limpia. Asimismo pretenden eliminar los órganos reguladores autónomos que hoy garantizan la libre competencia entre CFE y otras empresas que generan electricidad. Esos reguladores justamente tienen como misión que el país tenga energía cada vez más limpia y barata.

Esta discusión, al partir de una reforma constitucional, requiere que tanto en las Cámaras de Diputados y Senadores sea votada por una mayoría calificada que, afortunadamente, el partido político en el poder junto con sus partidos rémoras no reúne, por eso MALO pretende romper al grupo opositor, yo no dudaría que ese sea el motivo por el que reparten embajadas a ex gobernadores del PRI, tratando de encontrar el apoyo de algunos de los legisladores de ese partido y lograr la anhelada mayoría.

El modelo energético que se instaure tendrá mucho que ver con el futuro del país, ya que la propuesta regresiva reinstalaría un modelo de conducción del país que ya padecimos y superamos hace más de treinta años, cuando la economía del país estaba cerrada al mundo, y solo el gobierno generaba energía, no existían órganos reguladores y se ignoraban los aspectos ecológicos, por lo que la propuesta impulsaría la generación de energía sucia, con mayor uso de combustibles fósiles, inclusive si usted se da una vuelta por Manzanillo verá que la termoeléctrica de la CFE actualmente sustituyó el uso del gas natural para quemar combustóleo, ante la complicidad de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

La nefasta reforma pretende que sea la CFE con plantas obsoletas que usan combustibles fósiles como carbón, diésel y combustóleo, quien produzca la mayor parte de la energía en el país, en lugar de aprovechar las plantas modernas de los productores privados que usan energías limpias como el sol y el aire y cuyo costo de producción es mucho más bajo, de aprobarse la reforma se incrementaría considerablemente el precio al consumidor final, en especial a la industria y comercio. Recordemos que gran parte de la inversión en las nuevas generadores es extranjera y de importantes inversionistas nacionales, y que estos invirtieron con base en disposiciones constitucionales y legales, cuya inversión debería ser alentada por el gobierno federal, además de que nuestro país tiene compromisos con la comunidad internacional en materia de cambio climático que no respetaría de aprobarse la reforma. No nos dejemos engañar con el fantasma histórico de la mal llamada soberanía energética, la cual se cumple mejor con las disposiciones constitucionales actuales.