Lo que cae en un “agujero negro” desparece, afirma M. Alcubierre

En un tono sencillo y ameno que captó de inmediato el interés de sus espectadores, el secretario académico del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, Miguel Alcubierre, dictó la conferencia Relatividad y agujeros negros en el Archivo Histórico y Hemeroteca de la Universidad de Colima, como parte de las actividades del IX Taller de la División de Gravitación y Física Matemática de la Sociedad Mexicana de Física.

Ante un público compuesto por estudiantes, profesores y público en general, el destacado científico habló sobre aspectos importantes de la teoría de la relatividad de Albert Einstein, que vino a generar nuevos conceptos para la física moderna, como la afirmación de que nada puede viajar a velocidad infinita, pues existe una velocidad de propagación máxima de la información en el Universo que es la velocidad de la luz.

“Nada puede viajar más rápido que la luz y es uno de los conceptos de la teoría de la relatividad que contradecía lo dicho por Isaac Newton, quien afirmaba que la gravedad se propagaba a velocidad infinita”, señaló el conferencista para agregar que Einstein llega a la conclusión de que era necesario cambiar la teoría de la gravedad, por lo que enfocó su esfuerzo en crear una teoría donde la gravedad constituye un campo de energía que se propaga por el espacio vacío a la velocidad de la luz. “Este esfuerzo le llevó alrededor de diez años, de 1905 a 1915, dando por resultado la Teoría General de la Relatividad, que en realidad es una teoría de campo de la gravedad que incluye todo lo que se sabía de física en ese momento”.

Sobre ese punto añadió que el genio de origen alemán y Premio Nobel de Física tuvo una de las ideas más revolucionarias de la física en su momento, en el sentido de que la gravedad no es un fenómeno instantáneo sino que se propaga a una velocidad finita (la de la luz), “Einstein dice que la gravedad es la curvatura del espacio y yo la percibo como una fuerza de gravedad pero realmente es una curvatura del espacio”.

El físico teórico ponente señaló, asimismo, que otra de las conclusiones alcanzadas a partir de esta serie de teorías formuladas por Einstein, es que la curvatura del espacio sale de la materia: si hay mucha materia y mucha energía el espacio se curva mucho, si hay poca materia se curva poco; “la gravedad es una curvatura del espacio y la produce la materia. Es una teoría que para entenderla bien se necesita estudiar la carrera de física durante cuatro años”.

Al abordar el tema de los “agujeros negros”, M. Alcubierre especificó que en estas regiones de espacio-tiempo la gravedad es tan grande que ni siquiera la luz puede escapar a ellos y si algún objeto, cualquiera que este sea, se acerca a una cierta distancia llamada por los físicos el “horizonte” o “superficie de no retorno”, inevitablemente caerá al centro y desaparecerá; “la gravedad en un ‘agujero negro’ es tan intensa que cambia el flujo del tiempo. Cerca de un ‘agujero negro’ el tiempo transcurre más lento”.

Aseguró también que los “agujeros negros” no tienen superficie y estrictamente no tienen tamaño, porque únicamente constituyen un punto en el espacio, además de explicar ante los estudiantes y profesores ahí reunidos el fenómeno que ocurre una vez dentro de este espacio cósmico. “Dentro del ‘agujero negro’ pasa un fenómeno bastante complicado de explicar a nivel matemático, cuando la estructura del espacio y el tiempo se alteran de tal manera que tiempo y espacio se mezclan y ya no se puede escapar simplemente porque nada puede detener el flujo del tiempo”.

Entró más en detalle sobre este aspecto al afirmar que entonces ocurre un fenómeno que los físicos llamaron la “singularidad”, que quiere decir que en el centro del “agujero negro” la gravedad es infinita. “La singularidad es un punto de fuerzas gravitacionales infinitas que te va alargando hasta que te deshace, donde todo objeto que cae acaba completamente descompuesto en una sopa de partículas elementales concentradas en un punto”.

Para ilustrar sus palabras, el expositor proyectó animaciones realizadas por supercomputadoras, de cómo sería la colisión de dos “agujeros negros”, además de un audio que simula también el sonido de esa colisión.

 

En un tono ameno, M. Alcubierre dijo ante su público, ya cautivo, “no se caigan en un ‘agujero negro’ porque no pasarán automáticamente a otro universo, como dicen en las películas, sino que acabarán en la singularidad”.

Este notable invitado estudió física en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México  y posteriormente obtuvo el doctorado en 1994 en la Universidad de Cardiff, en País de Gales. Durante un tiempo trabajó en el  Max Planck Institute for Gravitational Physics en Potsdam, Alemania, donde desarrolló nuevas técnicas matemáticas para describir la física de los agujeros negros.

Desde 2002, es investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, donde coordina una investigación sobre relatividad numérica, un esfuerzo para emplear ordenadores para formular y solucionar unas ecuaciones físicas formuladas por Albert Einstein. Recientemente recibió la Medalla al Mérito Científico por la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México y la distinción de Mente Quo otorgada por la Revista Quo y el Discovery Channel.

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