Por Carlos Orozco Galeana
De entre los organismos privados que en una sociedad tienen ganada una presencia muy importante, está el que agrupa a los constructores. Por su actividad, sus integrantes aportan empleos que contribuyen a mantener a flote las economías porque ofrecen trabajo, asistencia social y estabilidad aun en tiempos aciagos. El crecimiento económico encuentra en ese sector parte de su sustento y viabilidad.
A simple vista, sin embargo, pareciera que su participación no es tan vital como lo es y decirse que ante la competencia externa por las obras tiene que ofrecer muy poco debido a la carencia de equipo y tecnologías de sus empresarios, pero esta es una visión equívoca. Ese gremio tiene una gran dinámica, como ya lo comenté, tiene recursos que ha ido acumulando al paso del tiempo y entonces hay que mirarlo como un contribuyente esencial en el desarrollo de las localidades.
Por estos días, ha elegido a un nuevo dirigente en una elección oscura por decir lo menos. Pasaron a cuchillo a quienes representaban y representan una opción nueva, ajena a las triquiñuelas que suele haber en organizaciones de servicio controladas por “comesolos”, es decir, por personajes inclinados a hacer prácticas propias de la ilegalidad y a apoltronarse en el poder. Ahí, han prevalecido históricamente grupos de interés afines a pericias indebidas, contribuyendo a la mala fama de la relación entre constructores y funcionarios que suelen establecer cuotas o moches a cambio de participar y no ser ignorados en la asignación de obra pública. Por delante, el diez por ciento de comisión o más según sea el caso.
Para saciar sus intereses, el grupo que ahora manda ahí, ( no se sabe por cuánto tiempo pues al menos uno de los interesados, el arquitecto Raúl Mario Castillón, un personaje que honra su profesión con una trayectoria intachable, denunció haber quedado fuera de competencia al sufrir artimañas del grupo controlador. Dijo a Diario de Colima en días pasados: jamás, en el tiempo que llevo en la Cámara,( 18 años) se había cuestionado mi participación hasta ahora que decidí participar. “El proceso de renovación en la Cámara fue desaseado porque se interpretaron normas por conveniencia y en forma discrecional”.
En otros términos, al arquitecto Castillón se le negó ejercer su derecho constitucional de participar en una elección como mexicano que es y sin duda, como él dijo, tal acción ofende la dignidad de cualquiera persona por lo cual “esto no puede quedar solo ahí”.
La guillotina, pues, está lista para los que osen ir contra los intereses creados en esa organización. Esto lo ratifica Carlos Aquino Santos, quien en la pasada elección participó contra el que finalmente la ganó y por ese solo hecho, por competir, “me expulsaron de por vida”.
Y como las cosas “no pueden quedar solo ahí, ” en el mismo Diario se publicó un manifiesto en el que decenas de constructores se solidarizan y respaldan a Mario Castillón denunciando además “la forma ilegal e improcedente” como le fue negada su participación como candidato a presidir el gremio de constructores en Colima, negándoles a los afiliados escoger entre dos opciones., por lo cual reprobaron y no reconocieron la asamblea delegacional “realizada incorrectamente”.
Si la justicia se asoma, este asunto tendrá serias repercusiones en la vida de esa organización. Los dedazos de las cúpulas deben ser historia para dar paso a una vida democrática, sana, con perspectiva; vivimos tiempos de competencia en todo y por todo para que surjan las mejores opciones en campos como la política, la educación, el mundo de las tecnologías, etc.
No podemos renunciar, como sociedad, al surgimiento de nuevas ideas y propuestas en los diferentes campos de actividad. Tenemos que aprender a ser tolerantes, respetuosos de las ideas y las razones ajenas y alentar la participación cívica y política. Esta es la forma mejor de construir ciudadanía, una realidad nueva que permita a todas las personas vivir en libertad y con decoro.
Ojalá el nivel central de esa Cámara, revise la circunstancia en que se celebró la elección de los constructores y no permita la división, que ya se manifiesta. No puede constituirse en cómplice de la antidemocracia y el golpismo más deplorable.
Por lo demás, si las cosas no se corrigen anulándose la citada elección y se vota democráticamente a una nueva directiva, los constructores estarán jugando con fuego, porque ante la división, puede ocurrir que el propio gobierno estatal opte por restringir la participación de la Cámara pues que yo sepa, la 4T le tiene tirria a las prácticas ilegales y a los grupos de interés que solo velan por su santo.
Que no se llamen extrañados si al paso de las siguientes semanas o meses, los constructores locales son hechos a un lado en los concursos de obra debido al enfrentamiento que prevalecerá por no respetarse la voluntad de la mayoría en un proceso que debió haber sido transparente y apegado a las normas del caso.