Las señales WiFi de las computadoras portátiles podrían ser perjudiciales para la fertilidad masculina, según sugiere un estudio realizado por investigadores argentinos, que hizo pruebas a muestras de semen de 29 donantes sanos después de haber realizado dos controles. El primer esperma fue colocado bajo una computadora portátil durante cuatro horas, mientras se controlaba el mismo esperma en las mismas condiciones pero sin la presencia del equipo informático.
El 25% de los espermatozoides expuestos a WiFi dejaban de moverse al final de las cuatro horas en comparación con el 14% del grupo no expuesto a las redes WiFi. Sumado a eso, el 9% mostró alteraciones genéticas, en contraposición al 3% de los no expuestos.
La diferencia no puede explicarse por una diferencia de temperatura (las altas temperaturas causan daño al esperma), ya que las dos pruebas se realizaron bajo condiciones idénticas.
«Creemos que mantener una computadora portátil conectada de manera inalámbrica a Internet cerca de los testículos puede producir que la fertilidad masculina disminuya», dicen los investigadores en su estudio.
Algo fundamental a tener en cuenta respecto de estos resultados es que la investigación examinó estos efectos sobre los espermatozoides fuera del cuerpo humano. Por eso, sus autores recomiendan hacer pruebas adicionales para investigar el efecto que pueden tener las redes WiFi sobre los espermatozoides protegidos por los tejidos del cuerpo.