El doctor en Ciencias Médicas y profesor de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Colima, Daniel Montes Galindo, aseguró que “los medicamentos caducados son peligrosos, requieren un manejo y su desecho debe ser cuidadoso”; esto después de recolectar 62 kilos de medicamento caduco sólo con un grupo de estudiantes de Químico Farmacéutico Biólogo, como parte de una actividad escolar.
Con dicha actividad, dijo, “los estudiantes toman conciencia del riesgo para la salud que significa consumir este medicamento vencido, revisan Ley General de Salud en su artículo 233, definen qué es un medicamento caduco, cómo se debe disponer de él y aprenden las normas oficiales NOM-052-SEMARNAT-2005 y NOM-073-SSA1-2015 para conocer el manejo de este tipo de materiales”.
La legislación mexicana, agregó, considera al medicamento caduco como un material peligroso porque sus propiedades físicas y químicas cambian una vez que alcanzó su vida útil y su fecha de caducidad; “los cambios son diversos y el más importante es la pérdida de su eficacia, lo que significa que no hará lo que debe hacer”, dijo el académico.
En este caso, continuó, “el tema de los antibióticos es el más complicado, porque podríamos estar consumiendo medicamento caduco y, con esta práctica, creamos una resistencia en los microorganismos que puede generar resistencia bacteriana; esto es peligroso porque la próxima pandemia será por este tema de resistencia a bacterias dentro de unos 20 o 25 años”.
Por lo anterior, enfatizó la importancia de retirar estos medicamentos y darles una disposición adecuada. Añadió que más o menos un 30 por ciento de los que se utilizan en el país caducan, y que el seis por ciento de éstos terminan en el comercio ilegal, en tianguis o en venta no adecuada, que es otro de los peligros de su mal manejo y desecho.
Al respecto, dijo que existe el mito de que los medicamentos tienen una sobrevida de dos o tres meses, pero ya caducado se considera como un material peligroso por las leyes mexicanas: “Quien recomienda tomarlo, prácticamente está cometiendo un delito contra la salud de la persona”, enfatizó. Además, continuó, “el riesgo al medio ambiente en diversas ocasiones no se considera, y se desechan por el sanitario, en bolsas de basura, ríos, o son llevados a los basureros municipales; así, pueden llegar a las aguas de riego o de consumo humano medicamentos con tratamientos hormonales, antibióticos, precursores de hormonas libres y más”.
Daniel Montes explicó que durante el día de la recolección, se recibió todo el medicamento y los estudiantes separaron los llamados envases primarios o blíster (plástico con papel aluminio) de los envases secundarios (cajas de cartón, frascos de cristal o plástico), para reciclarlos; el medicamento como tal (pastillas, jarabes y soluciones) va a la empresa Sinegem, la cual se encarga de la destrucción de manera gratuita: “Son los responsables a nivel nacional y separan cartón, cristal, aluminio y realizan el proceso de incineración, que es la destrucción adecuada según la normativa”.
Como parte de esta actividad formativa, el académico dio a conocer que los estudiantes revisan la Ley General de Salud / Artículo 233, donde queda prohibida la venta y suministro de medicamentos con fecha de caducidad, define qué es un medicamento caduco y cómo se debe disponer de él. Conocen, también, la norma oficial mexicana NOM-052-SEMARNAT-2005, que establece las características, el procedimiento de identificación, clasificación y los listados de los residuos peligrosos.
Así pues, adelantó que el 27 de septiembre, con motivo del Día del Farmacéutico, se hará una recolección mayor para concientizar sobre los beneficios del manejo adecuado de medicamento caduco. Por último, agradeció a la empresa Sinegem, la cual suministra materiales, depósitos y bolsas para manipular y disponer de estos medicamentos para su eliminación.