México.- El cambio climático es una realidad en la República Mexicana y muestra de ello es que en 2011 enfrentamos, al mismo tiempo, heladas, sequías e inundaciones, que provocaron afectaciones en su patrimonio a más de 600 mil familias, a las cuales la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) brindó atención directa mediante la entrega de despensas, alimentos, agua para consumo humano y cobijas.
El Secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, señaló que gran parte del territorio nacional ha sido azotado por una de las sequías más severas de la historia, así como por lluvias atípicas y heladas adelantadas, “por lo que debemos pensar en opciones para adaptar a la población a los efectos del cambio climático, y no sólo quedarnos en la etapa de la mitigación”.
El funcionario federal informó que a lo largo del año, la SEDESOL ha atendido a la población que, en prácticamente todo el territorio nacional, ha sufrido los embates del cambio climático.
Recordó que a principios de año, las heladas en Sinaloa pusieron en riesgo el abastecimiento de maíz, como ahora las sequías y nuevamente las heladas han provocado la pérdida de los cultivos de frijol, sorgo y maíz en Chihuahua, Durango, San Luis Potosí, Zacatecas y Guanajuato, entre otras entidades.
También mencionó las lluvias que provocaron graves inundaciones en Veracruz, Tabasco, Chiapas, Colima, Jalisco y el Estado de México.
El huracán Jova, que se registró el pasado 12 de octubre afectó a su paso al territorio colimense, dejando daños a la infraestructura federal y estatal por un total de mil 283 millones 700 mil pesos, según consideró el Comité Técnico de Evaluación de Daños al dar a conocer su dictamen final.
Se dio a conocer que el estado de Colima tuvo en total una afectación de 599 millones 358 mil pesos, con 740 acciones de reconstrucción necesarias, y en el aspecto federal son 684.4 millones de pesos.
“Ha sido un año muy difícil, tremendamente complejo, porque han sido más de 600 mil las familias dañadas en su patrimonio por estos fenómenos”, dijo.
En materia de sequía, la SEDESOL ha atendido a más de mil 650 comunidades, donde habitan 2.6 millones de personas que no tienen agua para beber. Al mismo tiempo informó que hay comunidades del norte del país donde se registran temperaturas de hasta 22 grados bajo cero, “a donde acudimos para apoyar a la población mediante la distribución de cobijas, chamarras y alimentos”.
Pero lo más importante de estas acciones, precisó Heriberto Félix Guerra, es el ser humano, evitar el dolor evitable y la tragedia de perder vidas humanas. Por eso es importante que aprendamos de estas primeras lecciones para instrumentar medidas de prevención que tengan como eje al ser humano y la aplicación de los apoyos federales permita reducir el impacto del clima en la población.
“Tenemos que prevenir, admitir que enfrentamos una nueva realidad y que cada año serán mayores los desastres naturales. Tenemos que unir esfuerzos los tres órdenes de gobierno con la sociedad para enfrentar la situación y salir adelante, porque “es prioridad nacional preservar la vida de todos los mexicanos”.
Las instrucciones del Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, son precisas: “garantizar que no se pierda una sola vida y que los damnificados tengan a su disposición y a la brevedad, la ayuda humanitaria necesaria”.
Finalmente, como parte de las medidas de prevención, el titular de la Sedesol reiteró que la dependencia tiene un gran avance en la integración de los Atlas de Riesgos de los 125 municipios más vulnerables, que ayudarán a impedir los asentamientos irregulares en zonas vulnerables, como son montañas, barrancos, cauces y riberas de los ríos, con lo cual se preservará la integridad física de las personas.
Asentamiento irregulares, sinónimo de tragedia
El Secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, hizo un enérgico llamado a modificar la planeación urbana para evitar la posibilidad de que trombas o huracanes pongan en peligro el patrimonio y la integridad física de las personas por encontrarse en laderas de cerros, cauces o riberas de los ríos.
El titular de la SEDESOL exhortó a desarrolladores de vivienda, legisladores y funcionarios de gobierno a sumar voluntades para planear ciudades más humanas y habitables, que dignifiquen la calidad de vida de los mexicanos, eviten el crecimiento urbano desordenado, reduzcan riesgos frente a fenómenos climatológicos y desalienten la criminalidad y la violencia.
En estos tiempos, la planeación debe orientarse a crear ciudades modernas, más humanas y habitables, que eviten el caos y la ingobernabilidad; “tenemos que actuar ya, conjuntando todas las voluntades y los instrumentos financieros, técnicos, de planeación y prospectiva para generar un mejor futuro para los ciudadanos”, afirmó.
Heriberto Félix Guerra explicó que la magnitud de los daños ocurridos a causa de las lluvias, como en Tabasco, Chiapas, Veracruz, Nuevo León y Oaxaca, por citar algunos de los estados más afectados, se deben principalmente a que muchos fraccionamientos urbanos se asentaron en zonas irregulares, en las laderas de los cerros y en los cauces de ríos, lo que provocó pérdidas de bienes materiales e incluso muertes.
Por ello, la Secretaría de Desarrollo Social busca crear una agenda nacional de vivienda para la próxima década, en la que participen empresarios, gobernadores, legisladores y expertos en la materia, con el propósito de dotar de vivienda digna y segura a familias de escasos recursos, además de promover el desarrollo sustentable y sostenible de los centros urbanos.
Señaló que, independientemente de que debimos aprender de las experiencias del pasado, ahora tenemos que adaptarnos a las circunstancias cambiantes ocasionadas por el cambio climático, que es toda una realidad. En todos los casos, las acciones que realicemos deben tener como eje de la atención al ser humano, para que las familias puedan mejorar su calidad de vida.
“Debemos evitar casos como los de Monterrey y Veracruz, donde a causa de fenómenos meteorológicos tuvimos grandes afectaciones porque las viviendas estaban ubicadas prácticamente en el lecho del río, en riberas, laderas o barrancas, y eso sólo podremos evitarlo si cambiamos las reglamentaciones para el otorgamiento de usos del suelo”, concluyó el Secretario de Desarrollo Social.
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