(MAM dispone de experiencia y capacidad para aplicar una agenda social amplia y al margen de grillas partidarias o grupales)
Pro Carlos Orozco Galeana
México es uno de los países de América Latina con gran potencial para la creación de ciudades inteligentes; sin embargo, representantes municipales de diversos estados del país señalaron a finales de octubre pasado que existe un largo camino para consolidar proyectos de esta naturaleza.
A menudo, algunos gobernantes mexicanos ceden a la tentación de “hermanarse” con algunas ciudades europeas y asiáticas(inteligentes) para compartir experiencias y aliarse en ciertos campos que den ventajas comparativas a corto y largo plazo para las partes. Pero al paso del tiempo, esos trámites pasan al olvido y todo queda en esfuerzos inútiles pues no se ven resultados tangibles de esos cruces o “hermanamientos”.
Al celebrarse el Día Mundial de las Ciudades con la participación de funcionarios municipales que forman parte de la Red de Ciudades Inteligentes de la Fundación Friedrich Naumann, una institución que facilitó la toma de experiencias en Europa de una generación de políticos colimenses hace más de dos décadas (entre ellos Mario Anguiano Moreno y Simón Verduzco Gutiérrez), se expuso que las malas prácticas de funcionarios, la burocracia y la falta de presupuesto son algunos de los obstáculos para la adopción de la tecnología en las urbes y la conformación de aquel tipo de ciudades.
Rocío Martínez Bibiano, jefa de Oficina de TIC’s del Instituto Metropolitano de Planeación (IMPLAN) de Chihuahua, explicó en el evento que construir una ciudad inteligente es sinónimo de transparencia. “Se debe romper el paradigma de que la tecnología es la solución; en cambio, las iniciativas ciudadanas en colaboración con el sector público son las que generan espacios más eficientes, habitables, sostenibles y competitivos”.
Por su parte, la directora de Programación y Desarrollo Gubernamental de Irapuato, Alma Delgado Juárez, advirtió que estandarizar los trámites de acuerdo con las mejores prácticas de mejora regulatoria a nivel municipal y estatal, en una misma plataforma digital, es el siguiente paso que se debe dar en las políticas públicas.
En este espacio precisamente es en el que se mueve el exgobernador Mario Anguiano por su formación de economista. Recuérdese que durante su gobierno, la mejora regulatoria fue un tema dominante e incluso se dio a la tarea de compartirlo tanto a nivel nacional como en el extranjero en forma personalizada.
Ya en su faceta de dirigente de una organización no gubernamental como es la de “Actuemos Colima Ahora”, enfoca sus baterías en la suma de esfuerzos para que algunos gobiernos municipales como el de Villa de Alvarez, donde gobierna una mujer con visión y sensible hacia el trabajo, sean partidarios de prácticas administrativas para mejorar servicios y aspirar a la modernización administrativa a base de tecnologías que sirvan para optimizar facilidades y tiempos en la realización de trámites y en consecuencia cerrar el paso a comportamientos corruptos de quienes dan dinero a funcionarios para acelerar asuntos o para, eventualmente, obtener lo que se quiere violentado las leyes. Esta agrupación, por cierto, puede intervenir en numerosos campos que requieren la participación social interesada y más allá del espectro municipal. Veremos si se anima más adelante.
Esas prácticas tecnológicas llevarían, según cálculos de MAM, a beneficiar el crecimiento y el desarrollo de una ciudad, en el que “los emprendedores aprovechen oportunidades y usando sus fortalezas las transformen en proyectos empresariales, productivos.”
Mario Anguiano tiene mucha tela en donde cortar para hacer de la gestión pública una herramienta óptima como lo ha hecho durante varios años. Su paso por la gubernatura le dio una experiencia inigualable que ya promueve y usa para el bien común. Esta es la forma de corresponder a una sociedad que espera lo mejor de cada colimense y más de quien, como él, atesora saberes especiales y la voluntad de seguir sirviendo a los demás al margen de grillas partidarias o grupales.
Lo cierto es que las ciudades afrontan importantes desafíos globales, pero son también centros de creatividad e innovación que pueden tener un impacto a gran escala. Las nuevas tecnologías pueden hacer que nuestras ciudades sean más inclusivas, seguras, sostenibles y resilientes.
A mí me queda claro también, tras analizar los objetivos hechos públicos en ese Día Mundial de las Ciudades, que las tecnologías son una herramienta eficaz para muchísimas cosas hoy en día, usándolas en pro de la comunidad para darle salida más ágil a los asuntos y hacer de la transparencia en los procesos algo visible y útil. Igualmente, las iniciativas ciudadanas tienen también un gran potencial si el poder público condesciende con ellas y simpatiza con propuestas que no provengan de sí mismo y si la sociedad civil no se rinde ante la indiferencia del poder.