Colima.- Este fin de semana se realizó una reunión de trabajo en la sala de juntas de rectoría de la Universidad de Colima con la Secretaría de Salud del Estado de Colima y la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones, con el objetivo de unir esfuerzos en los temas de salud mental y adicciones.
En dicha reunión participaron Juan Manuel Quijada Gaytán, Comisionado Nacional de Salud Mental y Adicciones (CONASAMA); Martha Janeth Espinosa Mejía, Secretaria de Salud del Gobierno del Estado y el rector de la Universidad de Colima, Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño.
Además, asistieron expertos, expertas, funcionarios y directivos de planteles de las áreas de salud de esta casa de estudios.
Gabriela Vargas Rueda, directora del Centro Universitario para el Bienestar Integral (CUBI), recordó que hace año y medio se firmó un convenio con la Comisión Estatal de Salud Mental y Adicciones, que preside Guillermo Blanco Govea, también presente en la reunion.
Gracias a esa firma y a la estrecha colaboración que tiene la U de C con la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado, dijo que la Universidad ha venido trabajando con intensidad en el tema en beneficio de la salud de la comunidad universitaria. Esperamos tener la misma colaboración con la Comisión Nacional.
El rector Christian Torres Ortiz comentó que la Universidad ha venido trabajando con más intensidad en estos temas a raíz de la pandemia y la agudización de la inseguridad.
Habló del Programa de Salud Mental que se echó a andar desde la pandemia, del CUBI, de la Clínica Universitaria de Atención Psicológica (CUAP) y del programa de Cultura de Paz.
“No sólo trabajamos estos temas porque estamos obligados a hacerlo, sino porque es una convicción institucional”.
Comentó que a la Universidad la conforman más de 34 mil personas, entre estudiantes y trabajadores, lo que representa “un tremendo reto y desafío”.
«Creo que la mejor forma de ayudar desde nuestra institución es empezando por nuestra comunidad, por el universo que representa en el estado de Colima. Si el esfuerzo que haga la UdeC de la mano del Gobierno del Estado tiene efectos positivos, seguramente en estos datos de salud que se registran cotidianamente podemos empezar a ver diferencias importantes”.
Resaltó la importancia de armonizar los esfuerzos en el tema de la salud mental y las adicciones; “si lo logramos, el objetivo que estamos buscando lo habremos de cumplir más rápido y eso me parece fundamental, porque en estos temas lo que menos tenemos es tiempo”.
En este sentido, dijo que la Universidad se sumará a cualquier iniciativa que se proponga a nivel federal y estatal en estos temas.
“Abonaremos en todo lo que podamos, lo único que nos interesaría es que esa iniciativa también tenga sus efectos, sus repercusiones dentro de nuestra institución”.
Explicó que en la parte de educación, se está trabajando el programa de cultura de paz.
“Con una concepción amplia e interesante que incluye temas de equidad, inclusión, deportes, educación integral, salud mental y prevención. Vamos a focalizar nuestros esfuerzos institucionales en este programa y tratar de eliminar esfuerzos aislados. Ante la situación y el escenario que tenemos, no nos queda de otra que trabajar de manera conjunta, ya que si no lo hacemos así, va a ser muy complicado”.
El Comisionado Nacional de Salud Mental y Adicciones, Juan Manuel Quijada, dijo que la principal barrera que existe en el tema de la salud mental y las adicciones es el miedo a ser estigmatizados y posteriormente discriminados.
Incluso en naciones como Canadá, dijo, donde hay clínicas y especialistas disponibles, la gente, en un 90 por ciento, no acude por este miedo.
Habló de la historia de la salud mental en México, centrada en el llamado modelo asilar-custodial, cuyo símbolo más conocido es el manicomio de La Castañeda, que estaba en Mixcoac, en la Ciudad de México. Destacó cómo se busca cambiar este modelo de salud por uno comunitario, a partir de la reforma a la Ley General de Salud hecha el 16 de mayo de 2022, donde la salud mental y las adicciones se vuelven prioridad en las políticas públicas.
El actual gobierno federal, dice en el portal de la CONASAMA, ha puesto a la salud mental y las adicciones en la agenda de la política pública, por eso se presentó en el Consejo Nacional de Salud (CONASA) un proyecto para fortalecer la rectoría en la materia, que prevé la fusión de la Comisión Nacional contra la Adicciones, el Consejo Nacional de Salud Mental y los Servicios de Atención Psiquiátrica, mediante la creación de un Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones.
Dicha fusión tienen como propósito “hacer efectivo el derecho a la atención de la salud mental y de la prevención de las adicciones en la población mexicana, a través de un modelo comunitario con enfoque de Atención Primaria de la Salud Integral y con pleno respeto de los derechos humanos”, a fin de vincular la política pública, los programas, los servicios y optimizar los recursos en la materia.
En el modelo comunitario de salud mental, dicen la Organización Mundial de la salud y la Organización Panamericana de la Salud, que los nuevos servicios de salud mental deben dar atención integral a las personas que padecen sufrimiento psíquico, a los grupos vulnerables y a toda la comunidad.
«El foco está puesto en la atención comunitaria donde se desenvuelve la máxima complejidad de atención, la coordinación de servicios, la protección y garantía de derechos y libertades y la promoción y prevención. El proceso supone medidas y prácticas políticas, instrumentos legislativos, desarrollo y transferencia de nuevos conocimientos, intersectorialidad e interdisciplina, cierre de hospitales y generación de una red integral de servicios comunitarios de atención”.
Juan Manuel Quijada comentó que les interesaría que se modificara la currícula en materias de las ciencias de la salud, para que las y los alumnos conozcan más de psiquiatría, de enfermedades mentales y se pueda trabajar más en la prevención, saber porqué los jóvenes consumen sustancias adictivas, si es por ansiedad o por evadirse.
«Hay que atacar el problema desde antes, darle a los jóvenes herramientas para que puedan enfrentar el estrés cotidiano, sus problemas de la vida diaria, desarrollar sus habilidades, y que sepan también en qué momento ya no pueden y pedir ayuda”.
Finalmente dijo: “Nunca más el cuerpo sin el alma, nunca más el alma sin el cuerpo”.
Martha Janeth Espinosa, secretaria de Salud en Colima, espera que la U de C siga siendo el semillero de ciudadanos que, al egresar, contribuyan a tener cada día una sociedad colimense cada vez más saludable. Propuso también seguir teniendo esta alianza “por nuestros jóvenes; hacer un frente nacional y buscar el equilibrio entre lo físico y lo mental”.
Habló de lo importante que es, para la salud mental, reconocer nuestras emociones, permitirnos sentir tristes, cansados; escucharnos a nosotros mismos, ser empáticos y escuchar a los demás.
«Este tema, agregó, siempre ha estado invisibilizado, pero es importante tenerlo presente para cuidar el futuro de las y los jóvenes, a quienes es necesario darles herramientas que les ayuden en los momentos de ansiedad, ideas suicidas o depresión”.
Dijo que Colima es uno de los cinco estados del país donde más alcohol se consume, por lo que es necesario prevenir los daños en el corto, mediano y largo plazo, ya que el costo social, familiar y laboral de las adicciones es muy elevado.
Derechos Reservados AF