La transformación de la educación para cambiar el mundo pasa por “abandonar la visión estática tradicional de la educación y avanzar hacia sistemas de aprendizaje permanente adaptables y eficaces, y hacia la aparición de una verdadera sociedad del aprendizaje como contribución fundamental a la construcción nacional, la paz, los derechos humanos y un desarrollo sostenible más amplio”.
Esta es la visión sobre el futuro de la educación que propone el Secretario General de la ONU, António Guterres, en su nuevo informe de políticas en el que expone sus recomendaciones para los preparativos de la Cumbre del Futuro del 2024, el encuentro que busca mejorar la cooperación y evolucionar hacia un sistema multilateral revitalizado.
Guterres también considera “esencial” reformar el entorno de aprendizaje buscando una “inclusión total y el logro de la igualdad” mediante la educación, por lo que apunta a la necesidad de alcanzar “un nuevo consenso nacional y mundial en torno a los conocimientos, las aptitudes, las mentalidades y las capacidades que los alumnos deben adquirir en la educación” en un mundo en constante evolución.
El titular de la ONU también propone reformular el rol de los profesores y el vínculo entre la educación y las tecnologías digitales.
Para conseguirlo, demanda “un cambio fundamental de prioridades y de mentalidad en torno a la financiación de la educación, que reconozca “el papel de la educación como inversión a largo plazo en el desarrollo nacional y en nuestro futuro individual y colectivo”.
Pese a que la educación sigue considerándose “una tarea nacional”, el titular de la ONU destaca que “su importancia a escala internacional” y sus dimensiones progresivamente globales significan que la educación debe reconocerse como un bien público mundial con las correspondientes responsabilidades globales.
Según el informe, unos 244 millones de niños están sin escolarizar, entre ellos casi la mitad de los menores refugiados en edad escolar, uno de cada cuatro jóvenes está excluido de la educación, el empleo o la capacitación y más de 770 millones de jóvenes y adultos son analfabetos, en su mayoría mujeres.
Evolucionar a un sistema integrado y amplio de educación y aprendizaje permanente
El Secretario General considera que para impulsar “una verdadera sociedad del aprendizaje”, los sistemas educativos deben “alejarse de las estructuras rígidas y fragmentadas y orientarse hacia un proceso de formación permanente basado en oportunidades de aprendizaje, reciclaje y perfeccionamiento profesional a lo largo de toda la vida”.
Guterres enumera siete elementos esenciales y una larga serie de medidas para conducir esta transformación de ámbito global:
1-Avanzar hacia un sistema integrado de educación y aprendizaje permanente
Integrando la atención y educación de la primera infancia, la formación técnica y profesional y la educación superior en un sistema amplio de aprendizaje permanente, junto a los niveles tradicionales de primaria y secundaria, y
Reconociendo el derecho a la educación y al aprendizaje permanente en las constituciones nacionales, la legislación, las normas, las políticas, los presupuestos y la arquitectura de la gobernanza.
2-Garantizar la equidad y la inclusión en la educación y a través de ella
Orientando la legislación, las políticas y los recursos que garantizar la inclusión en el sistema educativo de todos los grupos, especialmente de aquellos a menudo marginados o excluidos, como las poblaciones rurales; los hogares con bajos ingresos; los migrantes, los refugiados y las personas desplazadas; y las personas discriminadas por motivos de sexo, discapacidad, etnia, religión, lengua, orientación sexual, identidad de género y condición jurídica, y
Apoyando la educación de las niñas, sobre todo en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas; eliminando los estereotipos de género en todos los niveles de educación; y transformando los planes de estudio y las pedagogías desde una perspectiva de género.
3-Planes de estudio y pedagogías adecuadas al presente y el futuro
Priorizando la impartición de una educación básica y ampliando lo que se entiende por básico para incluir el pensamiento creativo, crítico y científico, la alfabetización digital y las aptitudes socioemocionales junto con las aptitudes tradicionales de lectura, escritura y aritmética.
4-Reubicar a los profesores como guías y facilitadores creativos en el proceso de aprendizaje
Reposicionando a los profesores como guías del aprendizaje pasando de un planteamiento pasivo a uno activo y de unidireccional a colaborativo, y equipándolos para ayudar a los alumnos a recopilar, determinar y analizar críticamente los conocimientos pertinentes y útiles dentro de un conjunto vasto y creciente.
5-Aprovechar las herramientas digitales para mejorar el aprendizaje y aumentar las capacidades para manejarse en el futuro
Garantizando que todos los alumnos, profesores y cuidadores puedan acceder a contenidos digitales de alta calidad y pertinentes para sus currículos mediante un acceso asequible a plataformas digitales de aprendizaje y prestando la debida atención al acceso de profesores y alumnos con discapacidades y procedentes de entornos desfavorecidos y diversos, incluidas las comunidades indígenas.
6-Invertir más y de forma más equitativa y eficiente en la educación
Aumentando la inversión en educación y cumplir los compromisos internacionales de asignar al menos el 6 % del Producto Interno Bruto y el 20 % del gasto público total a la educación.
7-Aumentar rápidamente la cooperación internacional para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 y transformar la educación
Creando más espacio y oportunidades para que los países en desarrollo inviertan más en educación y puedan atender el llamamiento del Secretario General sobre un plan de estímulo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, reformando la arquitectura financiera internacional y acelerando las iniciativas encaminadas a reforzar la cooperación tributaria mundial.