Bernardo Arévalo fue elegido presidente el domingo, según mostraron los resultados preliminares, una victoria que muchos votantes esperan que revierta las acusaciones generalizadas de corrupción y autoritarismo de gobiernos anteriores.
Arévalo, un exdiplomático de 64 años e hijo de un expresidente, había construido una ventaja incuestionable después de contar el 94% de los votos, con una ventaja del 59% al 36% sobre la exprimera dama Sandra Torres.
Asume el poder mientras la violencia y la inseguridad alimentaria azotan al país, desencadenando nuevas oleadas migratorias. Los guatemaltecos ahora representan el mayor número de centroamericanos que buscan ingresar a los Estados Unidos.
Después de que los medios de comunicación anunciaran el resultado de las elecciones, algunos de los partidarios de Arévalo salieron a las calles a celebrar. Muchos guatemaltecos también dijeron que esperaban que la victoria de Arévalo presagiara un futuro mejor.
“Yo voté por Arévalo porque es la única opción que tenemos. Votar por Sandra es respaldar a las mismas personas que vinieron antes”, dijo Roberto Álvarez, un contador de 74 años, luego de emitir su voto en Ciudad de Guatemala.
Torres canceló su conferencia de prensa posterior a la votación programada para el domingo por la noche, informaron medios locales.
Arévalo surgió inesperadamente de la oscuridad política para construir un gran movimiento anticorrupción con su partido Semilla, después de que a muchos otros candidatos de la oposición se les impidiera postularse.
Su victoria marca un repudio a los partidos políticos establecidos de Guatemala que ejercen una gran influencia.
