Colima.- El 14 de septiembre, México se viste de charros y escaramuzas, sombreros de ala ancha y elegantes trajes bordados para celebrar con orgullo el Día Nacional del Charro.

Esta festividad, profundamente arraigada en la historia y la identidad del país, honra la charrería como uno de los deportes nacionales por excelencia. Este reconocimiento fue instaurado en 1934 por el presidente Abelardo L. Rodríguez (1932-1934), pero su importancia se remonta a mucho antes.

La charrería no es solo un deporte, es un símbolo de la mexicanidad que ha estado presente desde los albores de la historia del país.

En 1932, el presidente Pascual Ortiz Rubio (1930-1932) emitió un decreto que designaba al traje de charro como un símbolo representativo de la mexicanidad. Sin embargo, fue el presidente Rodríguez quien, en 1934, decidió establecer oficialmente el Día Nacional del Charro, un paso significativo para elevar la charrería a un estatus nacional y enfatizar su importancia en la identidad colectiva.

La charrería es una disciplina que fusiona la equitación con habilidades ecuestres y la destreza del jinete en las suertes charras, lo que la convierte en un símbolo de orgullo mexicano.

Sus raíces se remontan a la época de la Conquista española, cuando los indígenas comenzaron a desafiar sus habilidades para dominar caballos en competencias amistosas, dando origen a la charrería como la conocemos hoy.

Las charreadas son consideradas un espectáculo ecuestre impresionante, donde experimentados jinetes guían a sus caballos a toda velocidad desde el fondo del campo para detenerlos metros antes de llegar al otro extremo, demostrando un dominio total sobre los equinos y un asombroso equilibrio en la silla de montar. Además, las escaramuzas, compuestas por mujeres ataviadas con trajes bordados y sombreros, deslumbran al público con su elegante baile ecuestre.

Algunas Suertes Charras

Dentro de este espectáculo, se destacan las suertes charras o faenas ecuestres, que incluyen:

Cala de Caballo: Una hábil demostración de control del caballo que se extiende desde la cabeza del animal hasta el fondo del partidero, en un área rectangular de 20 por seis metros.

Piales en el Lienzo: El jinete debe lazar las patas de una yegua para detenerla, utilizando una soga atada a la cabeza de la silla del caballo en el que viaja.

Coleadero: Similar a los piales en el lienzo, consiste en derribar toros de la cola mientras el jinete galopa a toda velocidad y luego derribarlo al suelo.

Reconocimiento Internacional

El estatus de la charrería alcanzó su punto máximo en 2016, cuando la UNESCO la reconoció como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Esto subraya su importancia no solo para México sino también para el mundo como una tradición única y valiosa.

El Día Nacional del Charro es una oportunidad para celebrar y rendir homenaje a esta rica tradición ecuestre y cultural que forma parte integral de la identidad mexicana. A medida que el tiempo avanza, la charrería continúa floreciendo y prosperando, no solo en México sino también en comunidades mexicanas en varios estados de los Estados Unidos, manteniendo viva una parte fundamental del patrimonio cultural de México.