El Ayuntamiento de Cuauhtémoc está en total disponibilidad de coadyuvar en la solución del problema que enfrenta la escuela primaria 3 de Abril de Quesería, por el riesgo latente de derrumbe de este edificio, a raíz de los trabajos de construcción que ha venido realizando la Sección 82 del Sindicato Azucarero.
Así lo expresó la alcaldesa, Gabriela Mejía Martínez, quien convocó y encabezó la reunión con directivos, personal docente y padres y madres de familia del plantel, para trabajar de manera conjunta y determinar la responsabilidad de las obras que se requieren en este tema.
Mejía Martínez dejó en claro que aun cuando no fue su administración la que aprobó la ejecución del fraccionamiento, una vez que inició su gobierno y al darse cuenta de algunas inconsistencias, de inmediato actuaron y se cancelaron las obras que el desarrollador (Sección 82) estaba llevando a cabo, y que desde entonces la obra sigue cancelada.
Dijo que ahora lo importante es encontrar respuestas, porque la afectación es para decenas de alumnos que necesitan recibir sus clases con tranquilidad y plena seguridad, por ello mencionó que de manera conjunta se tocarán las puertas que sean necesarias para terminar con el problema.
Consideró que el primer obligado en actuar es la propia Secretaría de Educación, a través de su área jurídica; pues la afectación es a un inmueble propiedad de esta dependencia, y debe proceder ya sea para obligar al desarrollador a construir el muro que soporte e impide los derrumbes, o hacerlo de forma directa.
“Por nuestra parte como Ayuntamiento estamos dispuestos a colaborar en todo lo que nos corresponda y facilitar toda la información o lo que consideren necesario para lograr esta solución de manera conjunta”.
Por su parte y de manera previa, la directora del plantel, Verónica Velasco Velasco, explicó que esta situación se da luego de que se aprobara la construcción de un fraccionamiento aledaño a la escuela y el desarrollador derribara gran parte del paredón natural que daba sostén a los terrenos de la primaria, y que se afectó aún más por el huracán Lidia y una tormenta atípica que ocasionó deslaves y un socavón que pone en riesgo de derrumbe a una gran parte del inmueble.