El cierre de un ciclo, ya sea anual o vinculado a procesos personales, conlleva una profunda reflexión y la necesidad de asimilar experiencias vividas. A medida que nos aproximamos al final del año, nos encontramos en un momento propicio para cerrar capítulos, expresar gratitudes y abrazar los aprendizajes que estos períodos nos han brindado.
Cerrar ciclos personales, especialmente aquellos relacionados con pérdidas o duelos, implica permitirnos sentir y honrar nuestras emociones. Es un acto de valentía reconocer y despedirnos de lo que fue, aceptando el cambio inevitable que nos lleva hacia nuevas etapas.
«En el caso de los duelos, por cuestiones hasta de los manuales de diagnóstico, hablamos de que seis meses está bien, un año está bien, de alguna manera, es sano que nosotros duremos ese tiempo para superar, manejar, sobrellevar la pérdida de las personas que amamos o que queremos», refirió Iván Ulianov Jiménez Macías, Dr. en Salud Mental y académico de la Universidad de Colima.
Consideró que cuando se superan estos lapsos de tiempo, y se continúa con el malestar de un duelo, sufriendo en fechas significativas como el día en que nació o murió nuestro ser querido, ya se denominan duelos patológicos.
«Cuando ya se brinca más cantidad de años o cuando yo sigo viviendo esas situaciones, por ejemplo el día en el que nació, en el día en el que falleció, las temporadas o estos momentos en los que se conviviría como familia y ya no está, pero los vivo con mucho malestar, con mucha incomodidad y con mucho dolor, hablaríamos de que ya son duelos patológicos».
Si se está en esta situación, la sugerencia que se puede tomar en cuenta, es buscar ayuda profesional.
«Si yo me la paso viviendo en el dolor, en el malestar, entonces ya debo de tomar cartas en el asunto».
El especialista reconoció que en ocasiones las personas no pueden reconocer que se encuentran en este estado de ansiedad, es cuando deben actuar las redes de apoyo o acompañamiento que las personas tienen, llámese pareja, familia, amigos.
Sugirió ser sutiles cuando se habla con una persona que atraviesa por esta problemática, ser asertivos en los mensajes que se comunican para mostrar a las personas esta comprensión y deseo de ayudarlas.
«Te pido que me mires porque yo sigo estando aquí», es una forma de hablar con alguien que no ha superado un duelo, planteó Jiménez Macías.
«No estoy diciendo que lo que sientas está mal. Ni tampoco lo estoy poniendo por debajo de lo importante, sino simplemente estoy diciéndole, todavía hay personas que te queremos y que estamos vivas, que respetamos tu dolor, que respetamos tu malestar, invitar a buscar apoyo y como familia acudir todos
Recomendó evitar comentarios negativos, que juzguen, que generen dolor.
También las fiestas de Navidad, el cierre de ciclo, el cambio de año, representan una presión social, cultural, histórica, donde se exige que deberíamos estar bien, felices y festejando, pero no todas las personas sienten esto y se les debe respetar, estableció el Dr. en Salud Mental.
Hay quienes no quieren convivir o participar en dinámicas tradicionales como los intercambios y se les debe respetar.
Sugirió como estrategia para salir de los estados mentales de tristeza o ansiedad, además de buscar ayuda profesional, escribir en un cuaderno cómo nos sentimos, el día a día de nuestra vida, lo que anteriormente se conocía como un diario.
«Escribe tu diario, el día a día, nos permite reconocernos lo que vivimos, las experiencias, los aprendizajes… en un estado negativo en el que nosotros encontremos pocas habilidades sociales, no queremos interactuar, lo evitamos, escribamos cómo me siento hoy, por qué me siento así, y esto nos ayuda a entender cómo vamos avanzando en el día a día».
Otro ejercicio que se puede realizar es la respiración consciente, buscar la meditación, la práctica de yoga, aquello que permita descargar la presión que se tiene. Cuando esto se vuelve hábito generará bienestar.
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* Iván Ulianov Jiménez Macías es Licenciado en pedagogía y en psicología, Maestro en educación, Maestrante en Psicología Clínica y Salud; Dr. en a Socioformación y Sociedad del Conocimiento; Dr. en Salud Mental; profesor por horas de la licenciatura en psicología y enfermería de la Universidad de Colima; y ha tenido una distinción como candidato en el Sistema Nacional de Investigadores.
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