¿La ansiedad tiene una función o propósito?
Por: Elvira Yaneth Carrillo Rolón
Sería difícil encontrar a alguien que nunca haya experimentado miedo o haya sentido ansiedad en relación a un suceso a lo largo de su existencia.
La ansiedad por lo tanto es una emoción normal, la cual todos en algún momento de la vida hemos experimentado y que es muy probable que volvamos a experimentar. El miedo es una función adaptativa que resulta fundamental para la supervivencia de la especie humana; el miedo advierte y prepara a nuestro organismo para la respuesta contra posibles peligros que amenacen nuestra vida e integridad física o mental.
Primero debemos identificar que existen diferentes expresiones verbales comunes que utilizamos para enunciar esa sensación subjetiva de ansiedad, por ejemplo, podemos manifestar que sentimos; miedo, susto, pánico, aprensión, nervios, preocupación, horror o terror. Todas ellas refiriéndose a los síntomas fisiológicos, cognitivos, conductuales y afectivos que pueden presentarse cuando experimentamos ansiedad o miedo.
Entonces ¿Qué sucede cuando se activa la ansiedad? La respuesta de ansiedad se presenta en las siguientes 4 dimensiones;
1.-Respuesta fisiológica: Es la manera de reaccionar de nuestro cuerpo ante la percepción de peligro de una amenaza, en ese momento la supervivencia se vuelve la prioridad número uno en el cuerpo, esta respuesta está controlada por el sistema nervioso periférico autónomo, son reacciones involuntarias y automáticas , ante el peligro nuestro cuerpo necesita la distribución eficiente de sangre, por lo tanto se ve afectado el ritmo cardiaco, se eleva la presión arterial, la respiración se vuelve menos profunda pero más rápida, con el fin de mejorar la oxigenación, esto se convierte en una sensación de ahogo, se presenta presión en el pecho, tensión muscular, entumecimiento, el aparato digestivo no es prioritario en ese momento, por tanto disminuye su funcionamiento y actividad, lo cual genera malestar gastrointestinal, también se presentan náuseas, boca seca, temblor e incluso mareos.
2.-Pensamientos durante la respuesta de ansiedad: Durante la respuesta de ansiedad el contenido de nuestros pensamientos está orientado totalmente al futuro y sesgado lo negativo, anticipamos el peor escenario, todos los pensamientos tienen que ver con lo que podría salir mal, entre más intensa la ansiedad, más catastróficos los pensamientos.
Este sesgo negativo contiene las siguientes 3 características;
-Probabilidad: En ese momento vemos más probables de lo que realmente es, el desenlace o situación temida.
-Severidad: Es la parte catastrófica, consideramos las consecuencias o el daño peor de lo que realmente son.
-Proximidad: Que tan cercano o que tan rápido puede llegar ese peligro o daño a nosotros.
-Procesamiento de la información: La atención va estar sesgada hacia la búsqueda de posibles amenazas. Se presenta la visión de túnel, es más fácil que sólo captemos lo negativo de la situación. Al pensar en el pasado es más probable que nos lleguen recuerdos congruentes con la amenaza, y existe incapacidad para que desviemos la atención a temas que no tienen relación con la amenaza.
3.-Respuesta emocional: La experiencia de una emoción tiene componentes aprendidos, cognitivos, de lenguaje, influencia social y cultural. ¿Cómo vivimos y experimentamos y nombramos la experiencia emocional? Podemos expresar esa emoción diciendo que sentimos; ansiedad, nervios, angustia, miedo, pánico, o que nos sentimos alterados o inquietos.
Algo importante es, si tenemos aceptación o rechazo hacia la propia experiencia de ansiedad, si lo experimentamos como controlable o incontrolable, podemos tener la creencia de “La ansiedad es una respuesta normal, es útil y nuestro cuerpo está preparado para enfrentar la situación” con esta creencia vemos su utilidad, y eso nos permite tener una relación más saludable con la ansiedad. O por lo contrario presentar la creencia “Es algo con lo que debemos luchar, evitar, controlar” con esta otra creencia, etiquetamos negativamente el hecho de experimentar ansiedad y entramos al lado de lo disfuncional.
4.-Conductas asociadas a respuestas de ansiedad: Son conductas no deseables, que se presentan e interfieren con las conductas funcionales, por ejemplo, quedarse callados, tartamudear, no dormir, o conductas de evitación, tales como, personas que evitan a toda costa el disparador fóbico, que puede ser situaciones donde tenga que hablar en público, las alturas, un animal en específico, etc.
En resumen, la ansiedad tiene la función de protegernos y prepararnos ante una posible amenaza, es nuestra alarma interna, es algo muy deseable y adaptativo, aunque puede llegar a ser desagradable, que genera malestar. La ansiedad funcional es la que nos permite actuar de forma efectiva y contribuye a nuestro bienestar, y la ansiedad disfuncional es la que causa un malestar intenso e interfiere con nuestro funcionamiento psicosocial.
Aquí la interrogante sería ¿Por qué la misma situación genera distintas reacciones de ansiedad? La interpretación de la situación es la clave. Si existe un disparador que active nuestras creencias de vulnerabilidad y consideremos que no tenemos los recursos para lidiar con ello, en esta discrepancia es dónde se presenta la ansiedad.
El desafío actual es que el miedo y la ansiedad, no son dominio exclusivo del desastre y de otras experiencias que conlleven verdadero riesgo vital. En la mayoría de los casos la ansiedad se desarrolla en el contexto de presiones, demandas y estreses fluctuantes de la vida cotidiana, sin los aparentes desenlaces catastróficos. Por tanto si en el presente percibes que los síntomas de ansiedad se elevan a grados que consideres intolerables y disfuncionales, acudir con un especialista en el tema te puede ayudar.
Psicóloga Elvira Yaneth Carrillo Rolón
Tanatóloga, Maestrando Psicoterapia Cognitivo-Conductual
Contacto: 312-3108915