Guanajuato, Guanajuato.- “Ustedes ocupan un lugar muy importante en el corazón del Papa, en estos momentos quisiera que esto lo supieran todos los niños de México, particularmente los que soportan el peso del sufrimiento”, refirió el Papa Benedicto XI en su mensaje, emitido en Guanajuato.
Señaló que Dios “quiere que seamos siempre felices, él nos conoce y nos ama”.
Mencionó que si se deja que el amor de Cristo cambie los corazón, entonces se podrá cambiar el mundo, porque ese es el secreto de la verdadera felicidad, la paz.
Hizo un exhorto para que cada “uno se transforme en mensajero de la paz”, y destacó que no se responde al mal con mal.
Pidió a todos los reunidos, en su mayoría niños y jóvenes, tener a Cristo como el mejor de los amigos, que amen a todos y hagan siempre el bien.
“He venido para que sientan mi afecto”, dijo Benedicto XVI.
Pidió que se proteja a los niños, para que nunca se apague su sonrisa.
“Ustedes mis pequeños amigos, no están solos”, expresó el jerarca católico.
Invitó a rezar y a seguir unidos a través de la oración, recen por todos, también por mí dijo, yo rezaré por ustedes para que México sea un hogar en el que todos sus hijos vivan con serenidad y armonía.
Previo a este mensaje, se reunió con el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, en Casa del Conde Rul, con quien habló de lograr un tratado internacional sobre armas, ya que su proliferación favorece al crimen organizado.
La comitiva del Papa se reunió con los secretarios de gobernación, Alejandro Poiré y Patricia Espinosa de Relaciones Exteriores.
También, en su recorrido en el papamóvil, saludó a los que se congregaron a ver su paso, incluso recibió a un bebé a quien le dio un beso y la bendición.
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