CDMX.- El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hace un llamado a la población para que conozca y esté atenta a los síntomas de un síncope, una condición médica que se caracteriza por una pérdida transitoria de la conciencia, de inicio súbito, corta duración y recuperación casi inmediata. Identificar un síncope a tiempo y saber cómo actuar puede ser clave para brindar atención médica oportuna y prevenir complicaciones.
¿Qué es un Síncope?
El síncope es un desmayo repentino y breve que ocurre debido a una disminución temporal del flujo sanguíneo al cerebro. Según el doctor Edgar Rojas Segura, coordinador de Programas Médicos del Área de Consulta de Especialidades de la Coordinación de Unidades de Segundo Nivel del IMSS, el 80 por ciento de los casos de síncope son provocados por estímulos externos como:
Estrés o ansiedad
Temor
Permanecer de pie durante mucho tiempo
Estar en lugares cerrados
Levantarse de forma repentina
Durante una transfusión o al ver sangre
El 20 por ciento restante de los casos tiene un origen cardiogénico, es decir, está relacionado con problemas directos del corazón, como alteraciones estructurales o arritmias.
¿Qué hacer ante un Síncope?
Si una persona a tu alrededor sufre un síncope, es fundamental actuar con rapidez para estabilizarla y evitar complicaciones. El primer paso es colocar el cuerpo en posición horizontal, con las piernas ligeramente elevadas, lo que ayuda a restablecer el flujo sanguíneo hacia el cerebro y mejorar la circulación general. Este simple movimiento puede ser crucial para una recuperación rápida y sin mayores complicaciones.
¿Quiénes son Más Propensos a Sufrir un Síncope?
El IMSS indica que el síncope es responsable del tres por ciento de las atenciones en los servicios de Urgencias del Instituto. Este padecimiento es más común en niñas, niños, adolescentes, y mujeres jóvenes.
Atención Médica y Tratamiento
Cuando una persona llega a un servicio médico después de haber sufrido un síncope, se le realiza una historia clínica detallada para identificar los posibles desencadenantes. Esto incluye la toma de signos vitales y, si es necesario, estudios complementarios como un electrocardiograma (para detectar arritmias) o un ecocardiograma (para evaluar posibles problemas en las válvulas o paredes del corazón).
Una vez identificado el origen del síncope, se define el tratamiento. Para aquellos casos que no están relacionados con problemas cardíacos, se recomiendan medidas generales como ajustar la dieta (incluyendo más sal en caso de presión baja) y aumentar la actividad física, especialmente ejercicios para fortalecer las piernas. En algunos casos, se pueden prescribir medicamentos.
Cuando el síncope tiene un origen cardiogénico, el tratamiento puede incluir la colocación de un marcapasos o una intervención quirúrgica, dependiendo del tipo de daño. Estos pacientes reciben seguimiento continuo por especialistas en Cardiología y Medicina Interna, además de consultas regulares con su médico familiar.
La Importancia de la Vigilancia
El doctor Rojas Segura enfatiza que cualquier persona que experimente un desmayo debe ser evaluada por un profesional de la salud para descartar posibles complicaciones. Si los desmayos ocurren con frecuencia, es crucial contar con la vigilancia y el seguimiento de personal médico.
Conocer los síntomas de un síncope y saber cómo actuar puede marcar la diferencia entre un simple susto y una emergencia médica. Mantente informado y consulta a tu médico ante cualquier signo de alarma.
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