Ciencia y Salud
Por: Miguel Ángel OLIVAS AGUIRRE
El próximo 19 de octubre se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, y como cada año, el INEGI nos ofrecerá a través de sus plataformas digitales cifras actualizadas que nos revelan la magnitud de esta enfermedad. Por ello, prefiero recomendarles que consulten esa información detallada y enfocar esta sección en otros aspectos importantes que debemos conocer acerca del cáncer.
La intención no es asustarnos, sino despertar nuestra conciencia sobre algunos datos que realmente nos deberían hacer reflexionar. ¿Sabías que 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 2 hombres tiene una probabilidad significativa de desarrollar algún tipo de cáncer en su vida? ¡Es alarmante! Y lo más preocupante es que las proyecciones indican que, en las próximas décadas, la incidencia del cáncer seguirá en aumento.
El cáncer de mama es el más común entre las mujeres, y aunque los hombres también pueden padecerlo, es mucho menos frecuente. Aquí es donde entra en juego la reflexión sobre las causas. Cada tipo de cáncer tiene sus causas precisas, y sin embargo, los cambios hormonales que las mujeres experimentan a lo largo de su vida son cruciales para el desarrollo de esta enfermedad. La desregulación de estos factores contribuye fuertemente al desarrollo de este tipo de cáncer.
Esto explica en gran parte porque el cáncer de mama es raro en niñas y adolescentes, pero el riesgo aumenta significativamente con la edad. La edad promedio de diagnóstico es de 50 años. Esto no significa que debamos esperar a ser adultos para preocuparnos; al contrario, es fundamental fomentar el conocimiento sobre esta enfermedad desde la infancia, creando conciencia sobre los factores de riesgo y promoviendo hábitos saludables desde pequeños.
En un mundo donde la medicina ha avanzado a pasos agigantados, con tratamientos y fármacos disponibles como nunca antes, resulta sorprendente que aún veamos desenlaces tan desfavorables y fatales. Un dato que a menudo se pasa por alto es que las terapias, como la cirugía y la quimioterapia, son muy efectivas en el cáncer de mama, con tasas de supervivencia a cinco años de hasta un 90%. Sin embargo, la triste realidad es que en México, entre el 60% y el 70% de los casos se detectan en etapas avanzadas, lo que dificulta el tratamiento y disminuye drásticamente las posibilidades de supervivencia. En otras palabras: El principal reto en la lucha contra el cáncer de mama es el diagnóstico temprano.
La falta de información y la inercia ante los síntomas son problemas que agravan esta situación. Durante mucho tiempo, el cáncer se ha visto como un evento aleatorio, como si fuera una “batalla” que le toca pelear a unos pocos. Sin embargo, hoy en día, muchos “guerreros potenciales” han dejado sus armas y han optado por estilos de vida poco saludables. A medida que conocemos más sobre cómo se desarrolla el cáncer, nos damos cuenta de que muchos de los factores de riesgo son modificables. Por ejemplo, una persona con sobrepeso u obesidad incrementa el riesgo de cáncer de mama hasta en un 30%, y este riesgo se eleva otro 20% si se elige una dieta inadecuada o una vida sedentaria. También, las terapias hormonales prolongadas y el consumo de alcohol juegan un papel importante en el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
En esta era de avances tecnológicos, donde hasta la inteligencia la hicimos artificial , optar y por un enfoque más natural y saludable es una de las decisiones más inteligentes que podemos tomar. Adoptar un estilo de vida activo, cuidar nuestra alimentación y mantener un peso saludable puede reducir drásticamente el riesgo de cáncer de mama.
Aunque el cáncer de mama se manifiesta principalmente en la adultez, sus raíces se siembran desde mucho antes. Por eso, es esencial inculcar hábitos saludables desde la infancia para que las futuras generaciones puedan vivir sin esta preocupación y se ocupen en disfrutar de una vida plena y saludable.
Afortunadamente, el sistema de salud actual está ofreciendo apoyos para la realización de mamografías gratuitas, lo que facilita la detección temprana. Además, cualquier médico puede orientarte sobre métodos adecuados de autoexploración que permitan identificar cambios en tu cuerpo a tiempo a fin de limitar el desarrollo esta enfermedad.
¡Hagamos de la prevención nuestra mejor arma en esta lucha contra el cáncer de mama!