Miles de personas, convocadas por varios partidos de la oposición y organizaciones civiles, acudieron a esta céntrica calle para manifestarse con motivo del Día Nacional de los Mártires, en honor de las víctimas de las revueltas que acabaron con el régimen del presidente Zine el Abidine Ben Ali.
«Ni miedo ni terror, la avenida pertenece al pueblo», gritaron los manifestantes en la avenida Burguiba, pidiendo el levantamiento de la prohibición de protestar ahí.
Cientos de policías antidisturbios impidieron con gases lacrimógenos el acceso de los manifestantes a esta avenida, donde se encuentra la sede del Ministerio de Interior.
Cuando la Policía empezó a detener e incluso golpear a manifestantes, la gente se refugió en las calles vecinas o en los cafés de la avenida. Otros grupos se reconstituyeron rápidamente en la avenida Mohamed V, perpendicular a la avenida Burguiba.
«Nosotros hemos liberado Túnez, no tienen derecho a prohibir marchas pacíficas», declaró un manifestante, Mohsen Ben Henda.
Asimismo, un grupo de jóvenes licenciados en paro, que también había convocado una concentración de protesta en la avenida, fue dispersado con gases antes de que pudiera acceder a la vía.
A pesar de la prohibición y de un severo despliegue policial, grupos de personas intentan de manera intermitente acceder a la calle por distintos puntos.
La oposición llamó a todos los ciudadanos a manifestarse hoy en todas las calles del país llamadas Habib Bourguiba, en memoria del primer Jefe de Estado tunecino, para protestar, precisamente, en contra de la prohibición de celebrar manifestaciones en la avenida que lleva el nombre del primer jefe de Estado del Túnez independiente.
El ministro de Interior tunecino, Ali Laaridi, justificó la prohibición de las manifestaciones en esta céntrica arteria de la capital por las quejas de los comerciantes y hoteleros que aseguran verse afectados por las continuas convocatorias de protesta que desembocan en esta.
Gran parte de la opinión pública se ha mostrado en contra de esta medida por considerarla «contraria al nuevo espíritu de libertad desde el derrocamiento del tirano Ben Ali precisamente manifestándonos en la Bourguiba», como dijo el activista Rami Esgair.
«Continuaremos insistiendo hasta alcanzar los que es nuestro», añadió Rami en referencia a su intención y la de otros manifestantes de acceder a la avenida, que se convirtió en un símbolo de las revueltas populares de la «Primavera Árabe» tunecina.
Con información de EFE