Colima.- Colima enfrenta una severa problemática de equipo en su sistema de salud pública, especialmente en el Hospital Regional Universitario y Cancerología.

Dos de los principales edificios de salud en la entidad que dependen del sistema IMSS Bienestar, el Hospital Regional Universitario (HRU) y el Instituto Estatal de Cancerología, desde hace un año y desde hoy, respectivamente, carecen de tomógrafos en funcionamiento, afectando directamente la atención de cientos de pacientes.

El tomógrafo del HRU hoy cumple un año fuera de servicio.

Fuentes consultadas por AFmedios, confirman que el problema surgió durante las reparaciones realizadas por una empresa subcontratada por el IMSS Bienestar.

Un corto circuito provocó daños irreversibles en una tarjeta electrónica del equipo, cuya reposición podría costar alrededor de 400 mil pesos. A pesar de que el problema eléctrico ya fue solucionado, el tomógrafo permanece inactivo, dejando a los pacientes sin acceso a estudios urgentes.

Este equipo es indispensable para diagnosticar y tratar casos complejos, lo que resalta la gravedad de su falta en un hospital de referencia. Pues sin este equipo, el cuerpo médico de especialistas del hospital trabaja ‘a ciegas’ en el diagnóstico de los pacientes que llegan graves para su atención.

Por si fuera poco, el día de hoy el tomógrafo del Instituto Estatal de Cancerología también dejó de funcionar.

El impacto de estas fallas es alarmante: en el Instituto Estatal de Cancerología, se realizaban en promedio 20 estudios diarios, esenciales para el diagnóstico y seguimiento de pacientes oncológicos. Ahora, los afectados tendrán que buscar opciones en instituciones privadas o incluso fuera del estado, incurriendo en gastos adicionales y enfrentando posibles retrasos en sus tratamientos.

Responsabilidad del IMSS Bienestar

Desde la transición de los hospitales estatales al sistema IMSS Bienestar hace más de un año, esta institución adquirió la responsabilidad de los edificios y equipos. Sin embargo, los problemas persisten y parecen agravarse. Mientras los tomógrafos permanecen inservibles, los trabajadores también enfrentan condiciones laborales precarias, incluyendo la falta de suplencias para cubrir vacaciones y otros días de descanso, incluso aquellos establecidos por contrato.

La falta de tomógrafos no solo afecta a los pacientes, sino que también sobrecarga al personal de salud, que debe lidiar con el descontento de los usuarios y la falta de recursos.

La situación exige una respuesta urgente por parte de las autoridades del IMSS Bienestar para garantizar que los hospitales de Colima puedan operar de manera eficiente y brindar la atención de calidad que los habitantes merecen.

Este panorama evidencia una crisis estructural en el sistema de salud federalizado, donde las fallas administrativas y técnicas se traducen en problemas graves para la población. Mientras tanto, la población solo puede esperar a que se tomen medidas inmediatas para resolver esta problemática y garantizar el derecho a la salud.