COLIMA.- En entrevista exclusiva con AFmedios, el rector de la Catedral Basílica de Colima, el padre Osiris Juan Pablo Aguilar Castañeda, compartió reflexiones profundas sobre el significado espiritual de las festividades navideñas, las posadas y el mensaje que la Iglesia Católica busca transmitir durante este tiempo de preparación y celebración.

La Navidad: un tiempo de encuentro con Dios y con los demás

El padre Osiris subrayó que la Navidad es mucho más que un periodo de festejos externos. Es el tiempo para conmemorar el nacimiento de Jesucristo, quien, según la fe católica, «se encarna y comparte nuestra realidad humana».

“El Adviento, que abarca los cuatro domingos previos a la Navidad, es un periodo de preparación espiritual. Nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con Dios y a abrirnos a su presencia en nuestras vidas”, explicó.

Preparativos internos y externos: un reflejo de fe

El sacerdote destacó cómo la atmósfera navideña transforma las ciudades y hogares con luces, árboles y nacimientos, elementos que reflejan externamente el espíritu de la temporada. Sin embargo, enfatizó que este ambiente festivo debe ir acompañado de una preparación interna.

“La celebración del sacramento de la confesión, la oración, la caridad y la participación en la eucaristía son esenciales para que el espíritu navideño cobre verdadero sentido”, señaló.

Para el padre Osiris, el pesebre que muchos colocan en sus hogares es una representación simbólica de la acogida que cada persona debería ofrecer al niño Jesús en su vida.

Las posadas: más que una tradición popular

El padre Osiris destacó que las posadas, aunque a menudo vistas como «ocasiones de pachanga», tienen un profundo significado religioso. Representan la búsqueda de María y José de un lugar para albergar al Salvador.

“Las posadas son una oportunidad para reflexionar sobre nuestra capacidad de abrir el corazón y nuestras vidas a quienes lo necesitan, emulando el gesto de quienes ofrecieron posada a la Sagrada Familia”, afirmó.

Un mensaje para todos: la Navidad es para el corazón

Cuando se le preguntó sobre cómo celebrar la Navidad en contextos de carencia, el padre Osiris ofreció un mensaje esperanzador:

“La Navidad no depende de lo que se tenga o no se tenga materialmente. Lo esencial es un corazón abierto a la conversión y al amor. Todos podemos celebrar el nacimiento de Cristo compartiendo actitudes como el cariño, la fraternidad, la esperanza y el abrazo”, dijo.

Enfatizó que el Evangelio de San Juan, proclamado en la misa del día de Navidad, es especialmente significativo, ya que presenta a Jesucristo como la luz que ilumina las tinieblas de la humanidad:

“Él viene a disipar el miedo, la angustia y la soledad, trayendo paz, justicia, verdad y salvación para todos”, recalcó.

Invitación a las celebraciones en la Catedral de Colima

El padre Osiris aprovechó la ocasión para invitar a la comunidad a las celebraciones litúrgicas en la Catedral Basílica de Colima.

Misa de Nochebuena: 24 de diciembre a las 8:00 p.m., presidida por el obispo.
Misa de Fin de Año: 31 de diciembre a las 8:00 p.m., también presidida por el obispo.

El rector cerró la entrevista con un llamado a que este tiempo navideño sea también una oportunidad de renovación personal.

“Así como celebramos el nacimiento de nuestro Señor, debemos también celebrar nuestro propio renacer a una vida transformada, reconciliada con Dios y con los demás”, concluyó.

La Navidad, en palabras del padre Osiris, es un recordatorio del amor de Dios hacia la humanidad. Más allá de los adornos, las luces y los regalos, la verdadera alegría de estas fechas reside en el encuentro con Dios, con los demás y con nosotros mismos en una experiencia de paz, fe y esperanza.

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