La Jackie Kennedy de China, acusada de asesinato

A ella la apodaban la «Jackie Kennedy de China». Su marido tenía aires de JFK. El mayor escándalo político de la historia reciente de China adquiere tintes de novela negra con su último capítulo. Y sus protagonistas son el carismático Bo Xilai y su esposa Gu Kailai.

Hace menos de un mes, Bo perdió su cargo de alcalde de Chongqing. Entonces era difícil prever su futuro político, aunque se adivinaba sombrío. Ahora está un poco más claro.

Bo acaba de ser desprovisto de sus cargos en la cúpula del Partido Comunista. El anuncio coincidió con la «puesta a disposición de las autoridades judiciales» de su esposa, «bajo sospecha del crimen de homicidio voluntario».

Gu, abogada, «atractiva y carismática», está acusada de la muerte del empresario británico Neil Heywood.

«Un escándalo casi sin precedentes en la historia política China», opina Wang Feng, analista del Centro de Políticas Públicas Brookings Tsinghua. «De los últimos 30 años es el mayor escándalo que puedo recordar», le dijo a la BBC.

La maquinaria de la censura en internet también fue activada para bloquear cualquier comentario con las palabras «Bo Xilai» en Sina Weibo, una especie de Twitter chino.

Asesinato de un empresario

La caída de Bo comenzó a materializarse cuando Wang Lijun, jefe de la policía de la ciudad de la que era alcalde, pasó un día en un consulado estadounidense a principios de febrero, poco después de perder su cargo.

Entonces se rumoreó que Wang, hombre de confianza de Bo, había intentado desertar al ser destituido por investigar a la familia de Bo en relación con la muerte de Heywood.

Hasta hace poco, Bo era favorito para ser promovido en la cúpula comunista, que este año, como cada década, renueva sus líderes.

Pero ahora ha sido suspendido de su cargo en el Politburó, el cuerpo de 25 miembros que dirige el Partido Comunista de China.

Eso apunta a una batalla real por el control del partido en un momento en que los más destacados políticos chinos han llamado al establecimiento de un frente común para mostrar que el poder puede ser traspasado sin sobresaltos.

En el consulado, Wang acusó a Gu de estar implicada en el asesinato del empresario británico, afirma la agencia estatal china Xinhua.

El empresario, de 41 años, había sido hallado muerto en Chongqing en noviembre de 2011. Entonces la policía dijo que la causa había sido el consumo excesivo de alcohol.

Sin embargo, las acusaciones formuladas por el jefe policial en la sede consular estadounidense llevaron a la apertura de una segunda investigación.

Según Xinhua, Gu y su hijo tenían con Heywood un «conflicto de intereses» por ciertos «asuntos económicos».

«Según los resultados de la segunda investigación, las evidencias apuntan a que la muerte de Heywood fue fruto de un homicidio, del que (Gu) y Zang Xiaojun, empleado de la familia Bo, son altamente sospechosos», reportó Xinhua.

La naturaleza concreta de los negocios de Heywood con los acusados no está clara, pero ha habido mucha especulación tanto dentro como fuera de China.

La «Jackie Kennedy» china

Gu se graduó en Derecho y después obtuvo una maestría en Relaciones Internacionales en la Universidad Pekín. Obutvo su licencia de abogada en 1988 y fundó un bufete en Pekín.

Conoció a Bo en 1984 en un viaje en la provincial Liaoning, donde él era secretario del Partido Comunista. Ambos son hijos de figuras históricas del comunismo chino.

La pareja tuvo un hijo, Bo Guagua, que estudió en el Reino Unido, en la exclusiva escuela Harrow y después en la Universidad de Oxford. Ahora está en Harvard, en Estados Unidos.

Según una fuente cercana a la familia, la mujer dejó su carrera cuando su marido asumió la alcaldía de Chongqing en 2007.

Sin embargo, esa idea parece no ser correcta, al menos según Xinhua, que le atribuye «intereses económicos» con Heywood, por cuya muerte tendrá que responder ante las autoridades judiciales de su país.

La mujer era descrita en ciertos círculos como la Jackie Kennedy de China, según le explicó a la BBC Ed Byrne, un abogado estadounidense que trabajó con ella hace años.

Según Byrne, era «atractiva, carismática y divertida». El letrado dijo estar impactado por verla acusada de asesinato.

Con un alto nivel de inglés, Gu trabajó en varios casos en EE.UU. y hasta escribió un libro titulado «Ganar una demanda en EE.UU.».

«Los vinculaban a ella y su esposo como los Kennedy de China. Allí eran un elemento moderno y liberal».

Y ahora ambos cayeron en desgracia.

Con información de la BBC

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