¿Qué es una tarjeta de crédito digital y cómo funciona?

Actualmente, la digitalización abarca muchas áreas, y la tarjeta de crédito digital ha surgido como una solución moderna y práctica para gestionar las finanzas personales y empresariales. Estas tarjetas están diseñadas específicamente para entornos electrónicos, ofrecen beneficios únicos que las diferencia de las físicas tradicionales.

En la siguiente información te explicamos cómo funcionan, las diferencias claves con las tarjetas físicas, sus principales casos de uso y algunos secretos para sincronizar tus pagos y maximizar tu flujo de efectivo.

¿Qué es una tarjeta de crédito digital?

Este es un producto financiero emitido por instituciones bancarias o fintech que funciona de manera completamente virtual. Aunque comparte las mismas características que una tarjeta de crédito tradicional como, un límite de crédito, pagos a plazos y cargos por intereses, su uso está diseñado principalmente para transacciones virtuales.

Estas tarjetas suelen ser generadas instantáneamente tras su aprobación y están disponibles por medio de app o plataforma online. Los datos esenciales, como el número de la tarjeta, fecha de vencimiento y código CVV, están disponibles dentro de la aplicación, lo que elimina la necesidad de llevarla de manera física. Además, muchas de estas permiten su sincronización con billeteras digitales como Apple Pay, Google Play o Samsung Pay.

¿Cómo funciona una tarjeta de crédito digital?

La manera en que se opera una tarjeta de crédito es muy similar a la de una tarjeta física. Después de su emisión, los usuarios pueden usarla para: 

  1. Compras en línea: Ingresar los datos de la tarjeta digital en plataformas de comercio electrónico.
  2. Pagos móviles: Vinculándola a app de pago como Apple o Google Play para efectuar transacciones en tiendas físicas mediante tecnología de comunicación NFC.
  3. Suscripciones digitales: Ideal para servicios como Netflix, Spotify o aplicaciones de software en modalidad de pago recurrente.

Lo que la diferencia es su interés hacia la seguridad. Muchas tarjetas digitales ofrecen opciones avanzadas como la creación de números de tarjeta temporales para transacciones únicas, reduciendo el riesgo de fraude.

Desigualdad entre una tarjeta física tradicional y una digital

Aunque las dos tarjetas comparten funcionalidad básica, hay diferencias claves entre una física y una digital: 

    • Presencia física: La tarjeta tangible requiere emisión y envío físico. La digital es exclusivamente virtual, accesible desde apps o plataformas web.
  • Seguridad: La física tiene mayor riesgo en caso de pérdida o robo. La tarjeta digital ofrece características con códigos temporales y mayor control desde app. 
  • Disponibilidad: La tarjeta física puede tardar días en emitirse y entregarse. Mientras que la digital se genera instantáneamente tras su aprobación. 
  • Uso dispositivos: Las tradicionales son limitadas a su inserción física en terminales. Las digitales pueden usarse en dispositivos móviles y pagos NFC. 
  • Costo emisión: Las tarjetas físicas pueden incluir costos de envío o reposición. Las virtuales generalmente son sin costo adicional.  

Casos de uso: compras, suscripciones y pagos móviles

La tarjeta de crédito digital ha transformado la manera en que se realizan transacciones. Sus principales casos de uso incluyen:

  1. Compras en línea: La facilidad de uso y la seguridad mejorada la convierten en una herramienta indispensable para realizar compras en plataformas como Amazon, eBay o sitios de comercio locales.
  2. Suscripciones digitales: Gracias a su naturaleza virtual, es ideal para gestionar pagos recurrentes como servicios de streaming, software de productividad o membresías.
  3. Pagos móviles: Vinculada a billeteras digitales, permite realizar pagos sin contacto en tiendas físicas, restaurantes o cualquier establecimiento con terminales compatibles con NFC. Esto la transforma en una alternativa práctica y moderna.

Secretos para sincronizar tus pagos y maximizar tu flujo de efectivo

Organiza tus fechas de vencimiento

Sincroniza los pagos de tus tarjetas con tus ingresos, asegurándote de cubrir las cuotas antes de la fecha de corte y evitar intereses.

Aprovecha los pagos automáticos

Vincula tu tarjeta digital a los servicios que utilices regularmente. Esto no solo disminuye el peligro de olvidos, sino que además asegura que las suscripciones sigan activas sin interrupciones.

Usa recompensas y promociones

Algunas tarjetas digitales ofrecen programas de puntos o reembolsos en compras específicas. Estar alerta a estas ofertas puede otorgar mayores beneficios.

Controla tu gasto con apps

Una gran ventaja de las tarjetas digitales es el acceso instantáneo a tus transacciones y saldos desde la app.