COLIMA.- En el marco de la campaña nacional “Dale color a tu vida”, centrada en la prevención del suicidio, el equipo de AFmedios sostuvo una entrevista con el Dr. Guillermo Blanco Govea, comisionado estatal de Salud Mental y Adicciones en Colima. En una conversación profundamente reveladora, el especialista abordó la realidad alarmante que enfrentan los jóvenes en México respecto a la salud mental, los suicidios, y la urgente necesidad de educar emocionalmente desde casa y desde la sociedad misma.

“El suicidio en México es ya la segunda causa de muerte en jóvenes”, lamentó el Dr. Blanco. Anualmente, entre 8 mil 500 y 9 mil personas pierden la vida por esta causa.

Aunque Colima ha logrado reducir su tasa significativamente, hay estados como Chihuahua, Yucatán y Aguascalientes que siguen registrando cifras alarmantes, muy por encima del promedio nacional.

De acuerdo con el comisionado, en 2021 Colima vivió uno de sus años más oscuros en esta materia, con una tasa de 11 suicidios por cada 100 mil habitantes.

“Tuvimos 71 suicidios ese año, una cifra crítica que nos obligó a redoblar esfuerzos. Hoy, gracias al trabajo coordinado y programas como el Código 100, esa cifra se ha reducido a 4.1, por debajo de la media nacional de 6.5”, subrayó.

La campaña “Dale color a tu vida” no es casual. Está diseñada específicamente para las juventudes, quienes son más vulnerables ante los riesgos de salud mental.

“Pareciera que hoy todo es fugaz. Las emociones duran segundos. La satisfacción y la felicidad se han vuelto efímeras. Esto tiene un impacto directo en la estabilidad emocional de los jóvenes”, explicó.

El Dr. Blanco enfatizó que vivimos en una era donde la tecnología ha acelerado todo, pero ha limitado la capacidad de tolerancia.

“Frustrarse porque el internet tarda unos segundos más en cargar, perder seguidores, o no recibir suficientes ‘likes’ puede detonar crisis existenciales en jóvenes que no han aprendido a gestionar emociones como la tristeza, la ira o el estrés”.

Y es que, como lo puntualiza el especialista, la gestión emocional no es innata. “Se aprende. No nacemos sabiendo cómo lidiar con emociones negativas, pero es algo que debemos enseñar desde casa y desde las instituciones”.

La importancia de expresar lo que duele

Durante la entrevista, el Dr. Blanco compartió una poderosa definición expresada por un joven sobreviviente de suicidio:

“El suicidio es un grito de ayuda, no de atención. Es un grito que no se sabe cómo expresar. Es un grito en silencio que no puedes sacar de adentro”.

Esa frase resume mucho del problema: la falta de herramientas para comunicar el sufrimiento emocional. El doctor advirtió que el guardar emociones, especialmente en hombres —quienes encabezan la estadística de suicidios— puede ser devastador.

“A los hombres se les sigue enseñando que llorar es debilidad. Que mostrar angustia es señal de fracaso. Y no hay nada más dañino que eso”.

Detectar el riesgo: señales que no se deben ignorar

El especialista enumeró algunas de las señales de alarma que deben poner en alerta a padres, maestros y personas cercanas:

  • Cambios bruscos de conducta o humor
  • Aislamiento social
  • Pérdida de interés en actividades antes placenteras
  • Descuido en la apariencia o higiene
  • Bajo rendimiento escolar o laboral
  • Comentarios constantes sobre la muerte, sentirse una carga o no querer vivir

En estos casos, lo más importante es acompañar, escuchar sin juzgar, y validar las emociones.

“Hay que evitar dar consejos apresurados como ‘todo va a estar bien’ o ‘échale ganas’. Lo que la persona necesita es sentirse comprendida, no corregida”.

Y si hay señales de un riesgo inminente —como tener un método definido, una fecha o lugar planeado, o evidencia de autolesiones— debe actuarse de inmediato: llamar al 911, a la Línea de la Vida (800 911 2000), o acudir al servicio de urgencias más cercano.

Romper el mito: hablar del suicidio no lo provoca

Uno de los errores más comunes, explica Blanco, es pensar que hablar del suicidio puede provocarlo.

“Eso es completamente falso. Preguntar abiertamente ‘¿Has pensado en quitarte la vida?’ no induce la idea. Al contrario, puede abrir un canal para que la persona exprese algo que no se había atrevido a decir”.

Además, dijo, preguntar con tacto y desde la empatía puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.

Tres grandes factores de riesgo predominan en adolescentes:

  1. Infancias caóticas o traumáticas, con maltrato, abandono o abuso.
  2. Eventos vitales estresantes recientes, como la pérdida de una figura emocional (pareja, familiar, amigo).
  3. Influencia de redes sociales, donde los retos virales o modelos autolesivos pueden glorificar conductas dañinas.

“Hoy hay niños y jóvenes que siguen a ‘influencers’ que se autolesionan. Eso normaliza una conducta que debe ser atendida inmediatamente. Si un padre ve marcas en brazos o piernas de su hijo, no debe minimizarlo ni pensar que es manipulación. Es una manifestación de un dolor emocional profundo que no sabe cómo canalizar”.

El papel de la familia: primeros educadores emocionales

El entorno familiar es clave. “Los padres no sólo son proveedores, también son los primeros educadores emocionales de los hijos. Si le exiges a tu hijo que controle su enojo mientras tú gritas y golpeas la mesa, el mensaje es contradictorio”, señaló.

Además, muchas veces los niños carecen de una figura estable, o terminan idealizando a modelos negativos. “Si el padre o madre están ausentes o emocionalmente desconectados, el niño buscará figuras de apego fuera de casa, no siempre positivas”.

Finalmente, el Dr. Guillermo Blanco aceptó que, aunque ha habido avances, el suicidio sigue siendo una problemática creciente en el país desde 2013.

“Esto nos exige mantenernos en acción constante: con brigadas de salud mental, campañas de sensibilización, capacitación a personal médico y educativo, y sobre todo, con una sociedad más abierta al tema”.

La salud mental ya no puede ser un tema tabú.

“Una persona que dice ‘me quiero morir’ no está exagerando. Está pidiendo ayuda. Necesita contención, escucha, afecto y atención profesional. Y mientras más pronto lo entienda la sociedad, más vidas podremos salvar”.

Líneas de ayuda en caso de crisis emocional o riesgo suicida:

📞 Línea de la Vida: 800 911 2000
📞 Emergencias: 911
📞 Servicios de salud mental en Colima: disponibles en centros de salud y hospitales públicos

 

1. La familia: pilar esencial en la prevención del suicidio

El primer y más importante elemento en la prevención del suicidio es la familia. Es el entorno donde se forma el primer vínculo emocional y donde se aprenden las bases de la regulación afectiva.

“El núcleo familiar tiene el potencial de brindar sentido de vida, pertenencia, apoyo emocional y protección”, señala el Dr. Guillermo Blanco. No se trata de depositar toda la responsabilidad en la familia, pero sí de reconocer que es donde deben sembrarse los principios básicos de la salud emocional.

2. El círculo cercano: quienes “pintan” nuestra vida

El sentido de vida muchas veces proviene del entorno inmediato: amigos, pareja, compañeros, figuras de apego.

“Ellos son quienes le dan color a tu vida, quienes te retroalimentan emocionalmente”, explica el doctor. La campaña Dale color a tu vida utiliza precisamente esa metáfora para visibilizar la importancia de tener vínculos significativos que aporten esperanza, estabilidad emocional y dirección vital.

3. La pérdida del proyecto de vida en las juventudes

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A diferencia de generaciones anteriores, hoy muchos jóvenes carecen de un proyecto de vida claro.

“Antes era más lineal: estudiar, trabajar, casarse. Hoy la diversidad de caminos ha aumentado, pero también la confusión. Hay quienes no saben hacia dónde van, lo cual los deja vulnerables ante la frustración”, menciona el especialista.

La ausencia de objetivos claros, sumada a expectativas idealizadas e inmediatas, genera un terreno fértil para la desesperanza.

4. Obstáculos no son el final: la importancia de la resiliencia

Uno de los desafíos actuales es enseñar a los jóvenes que un obstáculo no significa el fin del camino.

“Hoy falta resiliencia. Cuando algo no sale bien, pareciera que todo se derrumba. Pero es ahí donde debemos enseñar que hay alternativas, caminos diversos para llegar a una meta”.

5. Éxito y satisfacción: no todo es inmediato ni comparable

En la cultura de la inmediatez y las redes sociales, muchos jóvenes buscan validación rápida y éxito inmediato.

“El problema es que se idealiza el éxito ajeno. Creen que deben tener los mismos resultados que otros, sin considerar que cada quien tiene un proceso. La satisfacción real debe construirse a lo largo del tiempo y no debe depender de comparaciones”, advierte el Dr. Blanco.

6. La mascota “Ika”: símbolo de esperanza y diversidad emocional

La campaña cuenta con una mascota llamada Ika, inspirada en la cultura mixe. En su hombro izquierdo carga un bolso con rollos que representan los mensajes de aliento que debemos recordar cuando atravesamos momentos oscuros.

En su mano, una llama simboliza la luz de la vida y la esperanza.

“Ika es multicolor porque todos los seres humanos sentimos emociones distintas. Lo importante es saber transitar entre ellas y no quedarnos estancados en el dolor”.

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