¿QUÉ VIENE?
SEAN OSMIN HAMUD RUIZ
Una figura consolidada, con peso legal y confiable, que data del Imperio Romano, utilizada en todo el mundo con la finalidad de dar certeza al cumplimiento de objetivos y fines específicos a rajatabla.
Hay que entender y destacar que su regulación incluye al SAT, la CONDUSEF, la CNBV, la Ley de Instituciones de Crédito, el Código Civil, entre otras.
Además, al interior siempre hay un órgano colegiado: el comité técnico, que decide las acciones específicas que se ordenen. Y, por si fuera poco, la institución financiera que lo aloje, vigila que las decisiones que se tomen al interior sean congruentes con los objetivos y finalidades definidos en su conformación.
Estamos hablando del fideicomiso.
En días pasados, el presidente municipal de Colima, Riult Rivera, como presidente también del comité técnico, tomó protesta a los integrantes del Fideicomiso para la Innovación y la Calidad Gubernamental de Colima (FIC).
Esta institución nace con el objetivo principal de identificar áreas de oportunidad de mejora en la experiencia del ciudadano al momento de recibir algún servicio o atención municipal. Aparejado a ello, gestionará convocatorias y análisis de proyectos, responsabilizándose de que su implementación se lleve a cabo de manera efectiva y eficiente, diseñando andamiajes financieros que garanticen rentabilidad.
Para ello, también busca el generar un medio ambiente colaborativo entre el FIC y el ecosistema de negocios, siempre con un enfoque innovador.
Una figura dinamica, netamente financiera, que no busca un espacio nuevo de gasto, sino, por el contrario, de ingreso a partir de la mejora de procesos y el aumento en la recaudación.
Idea muy interesante, que valdrá la pena seguir de cerca en su desempeño, observando los convenios que se firmen, los proyectos que se detonen, incluso, por supuesto, las reuniones de Networking que están organizando, pero sobre todo en su ESTRATEGIA.
MICROCUENTO
Todo mal. No importó el buen ánimo. Tampoco la experiencia. Creí que bastaba lo aprendido, pero no conté el demoledor tiempo.
Y así, el orgullo magullado y las posaderas dolidas. Pinches patines.