Este día todos los albañiles hacen una pausa en su labor diaria, para festejar una añeja tradición, la veneración a la Santa Cruz.
En el gremio se acostumbran colocar, en lo alto de la fachada de la casa en construcción, una cruz de madera adornada con flores y papel de china, previamente bendecida por un sacerdote.
Este festejo es acompañado de música, baile y platillos típicos que se degustan con familiares y amigos, en el lugar donde se está laborando.
Historia
Se menciona que esta tradición data de la época colonial, a partir de la formación de los gremios y según viejas crónicas fue impulsada por Fray Pedro de Gante.
La celebración fue suprimida del calendario litúrgico por el papa Juan XXIII, sin embargo los trabajadores de la construcción de México, siguieron manteniendo viva dicha tradición.
Dado el fervor religioso de los albañiles, el episcopado mexicano hizo las gestiones pertinentes para que en México continuara vigente la celebración de la Santa Cruz.
Origen
Parecen tener su origen en el hallazgo por Santa Elena de la cruz donde murió Cristo, sin embargo también se señala que el arraigo popular de la fiesta proviene de ciertas celebraciones de los romanos.
Los libros litúrgicos contienen dos fiestas dedicadas al culto de la Cruz: La Invención de la Santa Cruz, el 3 de mayo, y la Exaltación, el 14 de septiembre. La celebración popular de la Cruz de Mayo tal como hoy la conocemos alcanzó su máximo esplendor durante los siglos XVIII y XIX, para empezar a decaer a principios del XX.
Cuenta el historiador Eusebio de Cesarea que el general Constantino, hijo de Santa Elena, era pagano pero respetaba a los cristianos. Y que teniendo que presentar una terrible batalla contra el perseguidor Majencio, jefe de Roma, el año 311, la noche anterior a la batalla tuvo un sueño en el cual vio una cruz luminosa en los aires y oyó una voz que le decía: «Con este signo vencerás», y que al empezar la batalla mandó colocar la cruz en varias banderas de los batallones y que exclamó: «Confío en Cristo en quien cree mi madre Elena».
Y la victoria fue total, y Constantino llegó a ser Emperador y decretó la libertad para los cristianos, que por tres siglos venían siendo muy perseguidos por los gobernantes paganos.
Con información del Colegio de Ingenieros Civiles de México
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