Colima.- Este miércoles 8 de agosto será el 133 aniversario del natalicio del general Emiliano Zapata, quien ha sido tomado como referencia por la oposición en las manifestaciones de lo que consideran el fraude electoral tras el triunfo del priistas Enrique Peña Nieto en los comicios del primero de julio.
Emiliano Zapata Salazar, también conocido como el “Caudillo del Sur” nació en San Miguel Anenecuilco, Morelos el 8 de agosto de 1879; fue uno de los líderes militares más importantes durante la Revolución Mexicana y un símbolo de la resistencia campesina en México.
Como parte del movimiento revolucionario, estuvo al mando del Ejército Libertador del Sur.
Fue hijo de Gabriel Zapata y Cleofas Salazar.
En 1906 asistió a una junta para discutir la manera de defender las tierras del pueblo en Cuautla, Morelos, como resultado de su rebeldía fue incorporado al noveno Regimiento en 1908, el cual se destino a Cuernavaca, donde sólo permaneció seis meses como soldado, señala la biografía difundida por “bicentenario.gob.mx”.
Luego se reunió con la Junta de Defensa de las Tierras en 1909, en Anenecuilco, de la cual Zapata resultó victorioso y fue electo presidente; durante su cargo estudió los documentos que acreditaban los derechos de su pueblo a las tierras.
Estuvo en contacto con Ricardo Flores Magón, con el periodista revolucionario Paulino Martínez y el profesor Otilio Montaño. Además, se afilió al candidato oposicionista Patricio Leyva, en su primera intervención en la política para la elección de gobernador del estado.
Posterior al triunfo oficial de Pablo Escandón, fue inevitable la pérdida de tierras para el poblado de Anenecuilco y fue hasta 1910 que recuperó el patrimonio perdido de los campesinos de Villa de Ayala, repartiendo parcelas para su cultivo, protegidos por el jefe político, José A. Vivanco.
En el Plan de San Luis, Zapata envió al político Pablo Torres Burgos a entrevistarse con el revolucionario Madero, para luchar en la revolución y recuperar las tierras perdidas, en desacuerdo con la cuestión agraria, se levantó en armas con el Plan de Ayala en 1911.
Combatió al gobierno maderista sin éxito, además lucho contra el gobierno de Victoriano Huerta, en acuerdo con Francisco Villa, cuando se produjo la división entre Venustiano Carranza y Villa con el que entró a la ciudad de México en 1914.
Bajo la denominación de Ejército Libertador del Sur, eran sus tropas hicieron suyos los postulados del Plan de Ayala en la Convención de Aguascalientes y el Ejército del Norte aceptó el Plan de Ayala, cita la referida biografía.
Las relación con Carranza se fracturó después de la toma de la capital de la República por los constitucionalistas, Carranza junto con el general Pablo González pusieron en marcha la campaña del Sur en contra de Zapata.
En 1916 dicho general ocupó la Plaza de Cuernavaca, que vuelve a manos de los zapatistas para ser ocupada definitivamente por el general González.
Para eliminar a Emiliano Zapata, el general González y el preboste del Ejército Luis Patiño diseñaron un plan para hacerle creer que el coronel Jesús Guajardo había desconocido el gobierno de Carranza.
El escándalo público por parte de Guajardo y Zapata, poco a poco, cobró la confianza en el general Guajardo, quien finalmente lo traicionó y asesinó el 10 de abril de 1919.
El cadáver de Zapata fue llevado a Anenecuilco y sus restos reposan actualmente en al pie de la estatua que fue erigida en su honor en Cuautla, Morelos.
Ejidos en abandono: CNC
La Confederación Nacional Campesina (CNC) estimó que, al menos, 30 mil ejidos en todo el país se encuentran en el abandono, lo cual representa el 50 por ciento del territorio nacional.
De acuerdo con Gerardo Sánchez, líder de central campesina, calificó al ejido, presente en más de 105 millones de hectáreas, como un «fantasma» y que los ejidatarios viven en una especie de limbo, “porque durante los casi 12 años de régimen panista no se les da crédito ni asistencia técnica organizada.”.
Previo al 133 aniversario del nacimiento de Emiliano Zapata, el líder de la CNC señaló que «destacó que su lucha e ideales siguen vigentes, debido a que el campo mexicano sufre una de las peores crisis de su historia.»
El representante organismo campesino adherente al Partido Revolucionario Institucional describió «a un sector rural sumido en la pobreza, con pocas oportunidades para los jóvenes; un campo sin posibilidades de crecimiento y desarrollo por la falta de créditos y la descapitalización e invadido por compañías trasnacionales.»
Sánchez García acusó a empresas foráneas de apoderarse «cada vez más de porciones del territorio mexicano» y sostuvo que «el robo de las playas mexicanas se ha acentuado desde que la derecha llegó al poder, de lo cual es prueba el estado de Baja California donde los auténticos dueños de las zonas costeras, pescadores y ejidatarios, tienen prohibido hasta de caminar sobre su propia tierra».
Con información de agencias
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