El ministro de Justicia de Sudáfrica, Jeff Radebe, afirmó que el porte de armas peligrosas y las amenazas de violencia serán tratadas consecuentemente.
Poco después de estas declaraciones, la policía usó gases lacrimógenos para dispersar a un grupo de trabajadores que trataba de extender las protestas a la zona minera de Rustenberg, al noroeste de Johannesburgo.
Con información de la BBC