Se dijo que el hombre, Osezua Osolase, se aprovechaba de las niñas de familias pobres. Mediante rituales de brujería de África Occidental, las aterrorizaba hasta llevarlas al sometimiento.
Osolase, un trabajador de una planta de reciclaje que vivía en Kent, en el sureste de Inglaterra, recurrió a rituales jujú, del occidente africano, para inculcar terror en tres niñas huérfanas, con edades 14, 16 y 17.
Tras condenarlo por tráfico, abuso sexual infantil y violación, la jueza dijo que Osolase carecía de conciencia y de compasión.
Con información de la BBC