La gobernadora de Arizona, Jan Brewer, anunció el jueves un “Programa de Reforzamiento de Seguridad Fronteriza”, que prevé más recursos a las corporaciones de policía y un aumento de las misiones aéreas en la línea divisoria con México.
Brewer acusó al gobierno federal de no actuar para resguardar la frontera y dijo que lo único que le quedaba era “tomar las cosas con sus propias manos” para impedir que el límite con México sea sólo “una línea imaginaria”.
Durante la conferencia de prensa, la funcionaria nunca aludió la controversial iniciativa de ley antiinmigrante que la legislatura le envió esta semana para su firma o veto antes de las 17:00 horas del próximo sábado.
Por su parte, miles de estudiantes dejaron sus planteles en Phoenix y otros lugares de la entidad para marchar hacia el Capitolio Estatal y demandar por cuarto día consecutivo el veto de Brewer a la iniciativa que criminaliza a los indocumentados en Arizona.
Las medidas asumidas por Brewer se asemejan a las anunciadas semanas antes por sus colegas de Nuevo México, Bill Richardson, y de Texas, Rick Perry.
Brewer y Perry han demandado hace más de un año al gobierno federal el envío de soldados de la Guardia Nacional a la frontera, pero la administración del presidente Barack Obama aún no ha dado respuesta a esas peticiones.
