Hostess Brands, fabricante de los pastelillos ‘Twinkies’ y el pan Wonder, anunció este viernes que planea cerrar sus operaciones en Estados Unidos, despedir a 18 mil 500 trabajadores y colocar sus activos en venta, entre ellos fábricas y marcas.
Hostess, una de las principales empresas de pan industrializado en Estados Unidos —junto al mexicano Grupo Bimbo, Flowers Foods, McKee Foods y George Weston Limited— explicó que una huelga de trabajadores en todo el país la hizo incapaz de fabricar y repartir sus productos, que también incluyen las marcas Ding Dongs, Ho Ho’s y Home Pride.
La compañía —con oficinas centrales en Irving, Texas— dijo que ya suspendió sus operaciones de panadería en todas sus fábricas y que sus tiendas permanecerán abiertas durante varios días para vender aquellos productos ya horneados.
Hostess ya había advertido a los empleados que presentaría una moción ante el Tribunal de Quiebras de Estados Unidos para cerrar gradualmente su negocio y vender sus activos en caso de que sus operaciones en plantas no volvieran a niveles normales para el jueves por la noche.
«No sé si ellos (los trabajadores) pensaron que sólo estábamos amagando», dijo el director general Gregory Rayburn el viernes. El impacto financiero de la huelga hace que sea «demasiado tarde» para salvar a la compañía, incluso si los trabajadores cambian de opinión.
Ello se debe a que varios clientes, incluidos los minoristas, deciden cancelar la oferta de productos cuyo suministro no es adecuado.
La empresa se acogió en enero al Capítulo 11 de protección ante acreedores por bancarrota. Fue su segunda solicitud a una corte de quiebras en menos de una década.
«Muchas personas han trabajado mucho y muy duro para evitar que esto suceda, pero ahora Hostess Brands no tiene otra alternativa que comenzar el proceso de liquidación y prepararse para la venta de nuestras marcas emblemáticas», dijo Rayburn en una carta a los empleados publicada en el cibersitio de la empresa.
Añadió que todos los empleados perderán sus empleos «unos antes que otros».
«Por desgracia, en vista de que estamos en bancarrota, hay obstáculos graves en la capacidad de asistencia que (la empresa) puede ofrecer en este momento», escribió Rayburn.
Miles de miembros de los sindicatos Bakery, Confectionery, Tobacco Workers Union y Grain Millers International Union se declararon en huelga la semana pasada después que en septiembre rechazaron una propuesta de contrato colectivo que les recortaría salarios y prestaciones. Hostess dijo el viernes que la empresa no es rentable «en virtud de su actual estructura de costos, muchos de los cuales están determinados por los salarios de los trabajadores sindicalizados y los costos de las pensiones».