Durante la última década, China ha impulsado el crecimiento en los países productores de materias primas como Brasil, Chile, Argentina y Perú gracias a su apetito por materiales como mineral de hierro, frijol de soya y cobre.
De hecho, China ha reemplazado a Estados Unidos como el principal socio comercial de Brasil y Chile, y lo será próximamente en otros países de América Latina.
China se volvió popular entre los países que están cansados de tratar de introducir sus productos en los mercados de Estados Unidos y Europa. La relación de China con América Latina evolucionó en 2008 y 2009, cuando la demanda mundial de productos chinos se estancó.
“China se dio cuenta de que Latinoamérica era una buena alternativa para comercializar sus excedentes”, dijo Roberto Dumas Damas, profesor en la escuela de negocios INSPER en Sao Paulo.
La marea de importaciones baratas desde China desencadenó una reacción en la mayoría de los sectores más afectados, pero a fin de cuentas, la relación comercial se inclina a favor de Latinoamérica.
El superávit comercial de Brasil con China, por ejemplo, fue de 11,500 millones de dólares en 2011. China complementó las exportaciones baratas de sus productos con importantes inversiones en América Latina para llegar más fácilmente a los consumidores de la clase media de la región.
“Hubo dos oleadas de inversión extranjera directa”, dijo Dumas. “Primero, para garantizar el acceso a la materia prima, como terrenos para la siembra del frijol de soya y plantas de procesamiento de mineral de hierro. En la segunda oleada, las empresas estudiaron los mercados de consumo de la región”.
Señaló que los fabricantes de autos Chinos, Chery y JAC, quieren ensamblar sus vehículos en Sudamérica. Según el Ministerio de Comercio de China, las inversiones del país asiático en América Latina aumentaron de 7,300 millones de dólares en 2009 a 10,500 en 2010.
La creciente confianza de Latinoamérica en la economía china ha reducido las probabilidades de que se critiquen sus políticas. En efecto, muchos líderes prefieren mantener el statu quo.
Sin embargo, la desaceleración de la economía China está afectando a América Latina. Los analistas dicen que la baja en las exportaciones de materias primas como el mineral de hierro, por ejemplo, será sustituida parcialmente por la creciente demanda de productos alimenticios como el frijol de soya.
Sin embargo, insisten en que América Latina debe concentrarse en invertir en su propia industria y diversificar su economía para que la región no dependa demasiado de China en el futuro.
Con información de CNN