Manzanillo.- Un día después de que ocurrió el derrame de combustóleo en el vaso I de la Laguna de Cuyutlán en Manzanillo, el edil porteño, Nabor Ochoa López realizó un recorrido en la zona afectada.
En este vaso lacustre y sus alrededores escuchó las quejas y peticiones de los pescadores, donde señalaron haber sido lastimados seriamente en su entorno de pesca.
El alcalde se comprometió a respaldar sus propuestas buscando brindar alternativas los que verdaderamente trabajan en la zona afectada.
Acompañado por el superintendente de la termoeléctrica Rafael Amezcua, por el regidor Heriberto Leal, entre otros, el edil manzanillense primero escuchó las quejas de los pescadores en sala de presidencia donde acordó trasladarse al área afectada, iniciando estos encuentros en El Tapo.
Ahí los trabajadores del área afectada pedían principalmente la limpieza inmediata de la laguna y luego también dar a conocer el verdadero impacto del derrame de combustóleo.
El edil manzanillense respaldó estas ideas, al tiempo que dijo la PROFEPA y el área de Ecología de Gobierno del Estado delimitarán este último tema.
Luego de ello recorrió junto con la comitiva oficial y pescadores el vaso I de la laguna.
Nabor Ochoa señaló que aunque la mayor parte del hidrocarburo ha sido retirada aún persisten otras áreas con restos del combustóleo.
Los representantes de la termoeléctrica se comprometieron a agilizar estas acciones aunque sostuvieron que estas labores han sido verificadas por empresas especializadas.
Los propios pescadores se ofrecieron a colaborar en estos trabajos de saneamiento.
“Buscaremos la manera de que la laguna no sufra daños ecológicos al tiempo que los propios pescadores no se vean privados de su principal actividad, mediante la cual obtienen el sustento diario, incluso que en esta labor serán respaldados por Gobierno del Estado a través de la secretaría de Fomento Económico”, señaló.
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