Connecticut.- Un joven “callado y tímido”, muy inteligente pero también “muy antisocial”, que prefería quedarse solo en casa, y que, de acuerdo con sus ex compañeros tenía algún tipo de desorden de personalidad. Así es como han definido sus conocidos a Adam Peter Lanza, autor de la matanza del viernes en la escuela Sandy Hook, de Newtown, Connecticut, donde 20 niños y seis adultos perdieron la vida.
“Sé que ella tenía dos hijos, uno muy exitoso que vive fuera y otro que básicamente siempre se quedaba en casa, muy antisocial”, dijo Dan Holmes, amigo desde hace años de la madre de Lanza, Nancy, a quien conoció en un bar de esta pequeña localidad y para quien trabajó en varias ocasiones arreglando su jardín. Nancy fue asesinada por Adam en su casa, antes de que el joven de 20 años se trasladara a la escuela y, tras cometer sus crímenes, se suicidara.
Holmes, de 44 años, recuerda que Adam era “un chico muy inteligente, creo que incluso terminó el instituto más pronto de lo normal (tres años antes, según vecinos)”, relató Holmes, quien asegura que nunca vio por Newtown al padre del joven, Peter, un contable casado de segundas nupcias el año pasado y que se mudó a Stamford, también en Connecticut, a unos 60 kilómetros.
A pesar de que Nancy “era muy reservada y no solía hablar de sus hijos”, en el bar donde se reunía con sus amigos, ‘My place pizza’, dijo en una ocasión que estaba “cada vez más preocupada” por la situación de Adam, según relató otra amiga de la madre, Victoria Muñoz. “Ahora entiendo que (Adam) tenía síndrome de Asperger (una variante del autismo), me puedo imaginar lo difícil que debió de ser para ella controlarle”, añadió Muñoz, de origen colombiano.
Los padres de Adam se separaron hace una década, pero no concretaron su divorcio sino hasta 2008, según refirieron medios como The New York Times y The Washington Post. La separación tuvo efectos “devastadores” para los Ryan y Adam, quien se convirtió en un “lobo solitario”, alejado de todos.
Ryan Kraft, vecino de los Lanza, a veces cuidaba a los niños cuando su madre salía y recuerda que Adam era difícil de controlar, aunque nunca violento. “Los dos parecían muy deprimidos”. Ryan Lanza, contador igual que su padre, dejó la casa en 2006 para ir a la Universidad de Quinnipac.
“Adam era muy callado, tímido y reservado, no tenía demasiados amigos en el autobús, pero era educado”, detalló Marsha Moskowitc, de 56 años, quien trabajó más de una década como conductora del vehículo que llevaba a los niños de Newtown a la escuela primaria de Sandy Hook. “Adam Lanza ha sido un chico raro desde que tenía 5 años”, dijo uno de sus ex compañeros de colegio, Tim Dalton, en su perfil de Twitter. “No puedo decir que esté sorprendido”, añadió.
Solía llevar a la escuela un portafolios negro y se sentaba cerca de la puerta, para poder salir lo más pronto posible. Cuando se le preguntaba algo, contestaba apenas con una o dos palabras, recuerdan sus compañeros, citados por el Times. No tenía Facebook ni interés en las redes sociales. Ni siquiera apareció en el anuario de la preparatoria, donde en vez de su foto se puso el letrero: “Tímido ante las cámaras”.
Nancy Lanza, a quien todos recuerdan como una mujer preocupada por sus hijos, era aficionada a las armas, las coleccionaba y, según vecinos, llevaba con frecuencia a sus hijos a practicar tiro. Las armas que Adam usó el viernes eran de ella, incluyendo un rifle Bushmaster .223 de los que usan los soldados en Irak y Afganistán.
Con información de agencias
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