El síndrome del túnel carpiano, conocido coloquialmente como síndrome del ratón, se produce por la compresión del nervio mediano en la muñeca. Esta afección, habitual entre los usuarios de ordenadores, puede causar dolor y pérdida de la sensibilidad.
Esta patología se produce cuando el nervio mediano, que desciende desde el brazo hasta la mano, se comprime a su paso por el túnel carpiano, una corredera ósea situada en la muñeca.
“El nervio mediano controla las sensaciones del lado palmar del pulgar y de los dedos (excepto el meñique), así como los impulsos a algunos músculos pequeños de la mano que permiten que se muevan los dedos”, explican los especialistas del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos.
“El túnel carpiano aloja al nervio mediano y a los tendones. A veces, el engrosamiento de los tendones irritados u otra inflamación estrecha el túnel y hace que el nervio mediano se comprima”, añaden.
La compresión del nervio mediano se produce habitualmente “por una excesiva presión en la zona, cuando la muñeca se apoya contra superficies duras, por ejemplo, una mesa”, describe José Antonio Martín Urrialde, presidente del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España.
Con frecuencia esta patología se relaciona con ocupaciones o actividades que implican maniobras manuales repetitivas, como el uso de herramientas o del ratón del ordenador.
«Asimismo, el síndrome del túnel carpiano puede asociarse a enfermedades endocrinológicas como el hipotiroidismo o la acromegalia; a patologías reumáticas; a enfermedades de depósito, como la miloidosis o la mucopolisacaridosis; a algunos tumores; al tratamiento con esteroides o estrógenos, y al embarazo y lactancia materna», señala el doctor Bartolomé Bejarano Herruzo, miembro del Departamento de Neurocirugía de la Clínica Universidad de Navarra (norte de España).
«El síndrome del túnel carpiano es una patología muy común. Constituye la neuropatía de compresión de nervio periférico más frecuente, pues afecta a entre el uno y el tres por ciento de la población general y a más del cinco por ciento de los trabajadores con determinadas ocupaciones que requieren el uso repetitivo de manos y muñecas», expone el doctor Bejarano en el sitio web de este centro sanitario. “Dicho cuadro es mucho más frecuente en mujeres de entre cuarenta y sesenta años”, destaca. {jathumbnail off}