Uno de los mayores obstáculos que el presidente estadunidense Barack Obama enfrentará para endurecer el control de armas es definir el armamento que precisamente quiere prohibir, conocido como “de asalto”, señalaron hoy diario locales.
El término de “armas de asalto”, que se ha politizado en décadas recientes, “es quizá uno de los temas más ferozmente discutidos en los foros de internet”, de acuerdo con el diario The New York Times.
El debate ha hecho que algunos argumenten que “sería imposible crear una definición lo suficientemente amplia para retirar estas armas del mercado de manera efectiva”, añadió el periódico.
Algunos sugieren que las “armas de asalto” debe incluir los rifles semiautomáticos usados en masacres como las de Newtown, debido a que fueron diseñados para el campo de batalla y matar al mayor número de enemigos en el menor tiempo posible.
Otros apuntan que “armas de asalto” deben ser sólo las automáticas, como las empleadas por la policía y los militares. Para ellos modelos como el AR-15, empleado en Newtown, y el más popular en Estados Unidos, es un “rifle táctico” o “rifle deportivo moderno”.
Obama prometió un plan al Congreso para prohibir las “armas de asalto tipo militar”, los cartuchos de municiones de alta capacidad, así como expandir las revisiones de antecedentes del comprador en todas las transacciones y endurecer las leyes contra el tráfico de armamento.
La propuesta ocurrió como reacción directa a la masacre de la escuela elemental de Newtown, en el estado de Connecticut, en que 20 niños y seis adultos fueron acribillados en diciembre pasado por un joven, que luego se quitó la vida.
Por su parte, el diario The Wall Street Journal expresó que “el problema conceptual comienza con la elástica definición de arma de asalto. Obama ciertamente no la definió”.
En un editorial, el diario explicó que armas como el AR-15 son empleadas para la autodefensa, la práctica de tiro y actividades de caza, y que este tipo de productos representó 40 por ciento de la venta total del armamento en 2010.
De acuerdo con la definición tradicional de “armas de asalto”, el AR-15 sería prohibido, aunque pistolas semiautomáticas seguirían siendo legales, lo que “no tendría sentido” debido a que con éstas se cometieron 87 por ciento de los crímenes con arma de fuego entre 1993 y 2001.
The Wall Street Journal criticó además la dificultad práctica que existe para realizar revisiones de antecedentes a todos los compradores, incluido aquellos en transacciones privadas: por internet, por teléfono o mediante anuncios clasificados. {jathumbnail off}