El público se deleitó con suaves melodías de todo tipo, desde piezas escritas para niños, jóvenes, música barroca y contemporánea, en el concierto de piano El sonido del silencio, a cargo del maestro y compositor inglés Vincent Carver, en el Teatro Hidalgo, evento que fue gratuito gracias a la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado.
“Escogí miniaturas porque a veces la música de piano es muy complicada y larga, estas miniaturas son contrastantes, tocaré 9 piezas en total, cada pieza es muy diferente, pasaré por muchos estilos de música”, dijo el maestro Vincent Carver.
La primera serie de melodías que el pianista interpretó, fueron de la compositora Sofía Gubaidulina, modernas y dedicadas a niños, ya que la música contemporánea no es complicada sino accesible: “Juegos musicales”, “El acordeón mecánico”, “El carrusel mágico”, “El canto del pescador”, “El pajarito” y “Un oso tocando el contrabajo y la negra”.
Después vino una pieza compuesta de tres etapas, “The Dreamers Ponint of View” autoría de Vincent Carver que creó en el 2006. Y otra más llamada “Variation on a Theme of Schumann” del mismo autor, que es una variación del tema original de Robert Schumann.
“Tres bagatelas” de Gyorgy Ligeti, tema famoso por la película de Stanley Kubrick, 2001: Odisea en el espacio, “es una obra que nos hace reflexionar qué es la música, qué es el sonido, qué es el silencio, que realmente el silencio no existe porque escuchamos el sonido de nuestra respiración, del latino del corazón, el ritmo de nuestros pensamientos”.
Las siguientes piezas fueron cuatro miniaturas para piano con cinta: “Veils 1 (veils of the morning) de Barry Conyngham, “Piano Peals” de Joyce Beetuan Koh, “Wajang” de Roderick de Man y “Looking into the Mirror” de Joan Pedro Oliveira, piezas que transportaron al público a un lugar de exótica naturaleza con el sonido de pájaros y a una ciudad de Europa sentados en una banca desde donde se escucha el resonar de las campanas de alguna majestuosa catedral barroca.
La música puede curar, así lo pensó el autor Arvo Part compositor de música sacra minimalista, quien escribió “Variationen zur Gesundung Arinuschka” para una pequeña que estaba muy enferma “espero que sea la sanación para todos”, deseó Carver. También de Arvo Part, interpretó “Fur Alina”.
Para concluir el recital, Vincent Carver sorprendió al público con una canción de Jhon Cage “A Room”, con un piano preparado al que se le colocan monedas, tornillos y otros objetos en cuerdas específicas para crear un sonido especial. Al escenario para tocar “Lo pesado es la raíz de lo Ligero” de Vincent Carver, invitó a Sergio Benancio. Crearon una mezcla de sonidos, Carver en el piano preparado y Benancio en el piano normal, experimentaron tocando las teclas del piano y las cuerdas directamente para crear sonidos diferentes. {jathumbnail off}