Mujer que sabe latín
Rubén Carrillo Ruiz
Una curiosidad informativa ocurrió durante la renuncia de Benedicto XVI: de los periodistas atestiguados para la cobertura de la Santa Sede, solo Giovanna Chirri dedujo la dimensión exacta del anuncio hecho por el Sumo Pontífice. La escala inédita asombró incluso a muchos de los cardenales: durante seis siglos ningún papa había abdicado.
Chirri, de la agencia italiana Ansa, tuvo la primicia planetaria de la separación vaticana por una razón profesional: conoce intachablemente el latín, idioma que goza de robustez cabal, no obstante que en todos los servicios periciales le practicaron autopsia y diagnosticaron como raíz de fallecimiento un uso escaso y beneficio nulo. Pero es la expresión oficial de El Vaticano, incluso el obispo de Roma tiene casi 18 mil tuiteros en latín.
La periodista romana juzgó a los pocos minutos la notabilidad del acto, donde escuchó un deletreo antiquísimo y fiel: “Non solum propter tres canonizationes ad hoc Consistorium vos convocavi, sed etiam ut vobis decisionem magni momenti pro Ecclesiae vitae communicem. Conscientia mea iterum atque iterum coram Deo explorata ad cognitionem perveni vires meas ingravescente aetate non iam aptas esse ad munus Petrium aeque administrandum”. Desde el fondo de la historia de los lenguajes romances emergió la galanura insólita en una dimisión que estremeció hasta los tuiteros, que casi nunca hacen algo de provecho, más que holgazanear con la vida de los transeúntes cibernéticos y apoltronarse: “Os he convocado a este Consistorio, no solo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importante para la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino”.
El hecho, que circuló en la prontitud comunicativa de las redes sociales y portales electrónicos, prueba un aspecto irrenunciable del periodismo sin adjetivos: el conocimiento de los idiomas para el rigor del pensamiento. Y quienes lo ejercemos no debemos soslayar el cultivo emocionado, hondo del español, donde se escuchan los reverberaciones vivas del latín. Más allá de capturar las incoherencias vocingleras de nuestros políticos, cuya oralidad manifiesta que perdieron en el primer round y nocaut fulminante su lucha con la sintaxis básica, el lector siempre agradecerá la sencillez del castellano, ideal para la narración de lo trascendente, aunque abunde lo fútil en casi toda la información noticiosa.
VEINTE AÑOS DEL ARCHIVO MUNICIPAL DE COLIMA
Dice el tangazo de Gardel y Le Pera que veinte años no es nada… pero en dos décadas el Archivo Histórico Municipal de Colima se volvió —admirable, paciente, profesional y emocionadamente— un espacio indispensable para la retentiva y convivencia, en brújula que preserva y orienta el pasado para catapultarlo a nuestros días.
La sapiencia del maestro José Miguel Romero de Solís se tornó en una dirección sensible y formadora que construyó un conocimiento riguroso del devenir colimense, asequible a todos. Cientos de miles de documentos ahora ya dialogan desde su procedencia centenaria, bosquejan un tiempo que sigue forjando la identidad y comunica los antídotos para evitar repeticiones cansinas de la vida.
Imposible un elogio más justo por la efeméride de esta institución irremplazable para la memoria regional: su quehacer, a veces silencioso, en ocasiones con apoyo oficial reducido, nunca abandona el convencimiento sociocultural, amparado por la certeza erudita de un equipo multisdisciplinar, un programa editorial sólido y una gran biblioteca, aspectos que ya lo transformaron en un recinto paradisíaco para la formación histórica integral.
INOLVIDABLE VALS PERUANO, DE AUGUSTO POLO CAMPOS
Yo sé que tú ya sabes lo que yo supe,/creí que creerías como yo creo,/pensé que pensarías como yo pienso/mas vi que tú no viste lo que yo veo./Quería que tú quisieras/lo que yo quiero,/que tengas lo que yo tuve/y que ya no tengo,/que busques lo que yo busco/cuando te busco/y encuentres lo que yo encuentro/cuando te encuentro./Te canto porque mi canto/sé que te encanta/y siento que tú no sientas/mi sentimiento;/pues dicen que tú decías/que yo había dicho que me dijeron/que tú dirías/lo que yo nunca quise decir./Te amaba sin que me amases,/te sigo amando sin que tú me ames/y aunque no me ames.
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