Los cardenales de la Iglesia católica se reunían el lunes en el Vaticano para llevar adelante los encuentros preliminares que permitan delinear el retrato robot del próximo Papa y evaluar quién entre ellos sería el mejor para dirigir una iglesia asediada por la crisis.
Los prelados llegaron a la Santa Sede en coches privados, taxis y minibuses para las denominadas congregaciones generales, encuentros a puerta cerrada en los que se conocerán unos a otros y decidirán cuándo comenzar un cónclave para elegir al hombre que liderará a la iglesia de 1.200 millones de fieles.
El Vaticano parece estar apuntando a que el nuevo Papa sea elegido la semana próxima y que tome posesión oficialmente del cargo unos días después, para que pueda presidir las ceremonias de Semana Santa, que se inician el Domingo de Ramos -que este año cae el 24 de marzo- y culminan en la Pascua el domingo siguiente.
El Papa Benedicto XVI dejó a la Iglesia en un estado de conmoción al anunciar el mes pasado que sería el primer Sumo Pontífice en 600 años en renunciar en lugar de permanecer en el cargo de por vida. La renuncia, que se formalizó el jueves, dejó vacante el papado.
En la agenda de las congregaciones generales serán prioridad los desafíos a los que se enfrentará el próximo Papa, entre ellos la crisis ligada a los casos de abusos sexuales que han dañado la imagen de la Iglesia, el escándalo de corrupción expuesto el año pasado por los «Vatileaks» y el disenso en torno a la burocracia del Vaticano.
«Necesitamos un hombre de gestión, con eso quiero decir un hombre que sea capaz de Gobernar la Iglesia con las personas que elija para ayudarlo de cerca», dijo el cardenal Cormac Murphy-O’Connor, ex arzobispo de Westminster en Londres, a la radio BBC.
«Entre las cosas de las que hablaremos aquí está precisamente la necesidad de buscar un nuevo Papa para que estos defectos sean tratados y enfrentados fuertemente», agregó.
Se prevé que los cardenales, que serán alrededor de 150, mantengan uno o dos encuentros diarios. El Vaticano querría tener apenas una semana de conversaciones preliminares, para que la semana próxima los 115 «cardenales electores» de menos de 80 años ingresen en la Capilla Sixtina para el cónclave.
No obstante, aún no se ha decidido la fecha exacta para el inicio del cónclave.
«Tenemos reuniones toda esta semana para conocernos unos a otros mejor y evaluar las situaciones a las que nos enfrentamos», dijo el cardenal Andre Vingt-Trois de París al ingresar en la Santa Sede, y agregó que no podía decir en este momento «quién será el mejor para responder a ellas».
Los cardenales esperan también conocer un informe secreto sobre los problemas destacados por el escándalo de los Vatileaks, por el cual documentos que alegan corrupción en el Vaticano y luchas por la dirección de su banco se filtraron a los medios.
En tanto, la crisis relacionada con casos de abusos sexuales a niños por parte de sacerdotes y conductas inapropiadas entre clérigos adultos sigue persiguiendo a la Iglesia.
Uno de los cardenales electores, Keith O’Brien, abandonó su cargo como arzobispo de Edimburgo la semana pasada y descartó asistir al cónclave debido a acusaciones de que en el pasado se ha comportado de manera inadecuada con curas y seminaristas.
Inicialmente, O’Brien negó las acusaciones, pero el domingo por la noche emitió un comunicado disculpándose porque «mi conducta sexual ha caído debajo de los parámetros esperados de mí como sacerdote, arzobispo y cardenal».
EL SUCESOR
Las reuniones preliminares de los cardenales también les darán la posibilidad de sopesar posibles candidatos al observarlos de cerca en los debates y chequear con otros prelados sus cualidades.
Los cardenales nunca revelan públicamente a quién prefieren, pero dan pistas en entrevistas en las que debaten sobre las características de su candidato ideal. En este caso, la cualidad más mencionada es la capacidad de comunicar la fe católica de manera convincente.
La mayoría de los cardenales señalan que el nuevo Papa podría no ser europeo, pero no está claro si el cónclave, que tiene una leve mayoría de miembros europeos, quebrará la antigua tradición de elegir a un hombre de ese continente.
Ninguno de los candidatos parece destacarse, pero los más nombrados son Peter Turkson de Ghana, Leonardo Sandri de Argentina, Christoph Schoenborn de Austria, Odilo Scherer de Brasil, Marc Ouellet de Canadá y Angelo Scola, de Italia. {jathumbnail off}