A Akira Yoshizawa se le atribuyen muchas prácticas innovadoras, pero es quizá la introducción en el origami tradicional de una técnica consistente en humedecer el papel para realizar el doblado con mayor facilidad la que refleja el mayor reconocimiento.
Comenzó a interesarse por el origami a los cuatro años, cuando su madre enfermó y una vecina le regaló una obra de pairoflexia hecha con papel de periódico.
Aprendiz en una fundición durante la Segunda Guerra Mundial, Akira Yoshizawa se entregó en cuerpo y alma a la papiroflexia en los últimos años de la década de los 40. Solo unos años después, a partir de 1950, sus trabajos de papiroflexia comenzaron a exponerse su país natal.
El éxito le llevó a fundar en 1954 The International Origami Society, un club que cuenta hoy en día con varios miles de socios. Tras Japón, llegaría Holanda, Milán y Paris. Akira Yoshizawa se hacía internacionalmente conocido. La papiroflexia pasaba de ser un juego de niños a convertirse en todo un arte reconocido por todos.
El artista japonés falleció el 14 de marzo de 2005, el mismo día de su nacimiento, 94 años antes. Actualmente goza de fama mundial desde los años 50 del pasado siglo, elevando a categoría de arte el tradicional origami.
Según los expertos creó a lo largo de toda su vida hasta 50 mil modelos. Marcó escuela y se le considera inspirador otros de prestigiosos artesanos del papel doblado, como Alfredo Giunta, Max Hulme o Michael LaFosse.
Con información de agencias
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