Una estadounidense se casó el miércoles con un mexicano a bordo de una lancha en el río Bravo, frontera natural entre México y Estados Unidos, con el objetivo de cumplir los requerimientos legales para poder vivir juntos en territorio estadounidense.
Con frecuencia, parejas binacionales contraen matrimonio sobre el puente internacional que separa Nuevo Laredo (Tamaulipas, noroeste de México) de Laredo (Texas, sur de EU). Sin embargo, esta es la primera vez que se celebra una boda sobre las aguas del río Bravo.
Stephanie Guerra, de 26 años, y Rubén Alfonso Fierro, de 27, desafiaron las fuertes corrientes a bordo de una lancha hasta llegar al lado estadounidense del afluente, donde sin tocar tierra, fueron unidos en matrimonio civil por el juez de paz Héctor Liendo.
Los recién casados son padres de cuatro pequeños estadounidenses: Fernando, de 4 años; Rubén, de 2, y los gemelos Roberto y Joaquín, de 4 meses, quienes en brazos de unos familiares, esperaron del lado mexicano el regreso de sus padres.
Guerra explicó que este matrimonio oficial permitirá a su esposo arreglar su situación migratoria para poder ingresar en Estados Unidos y reunirse con su familia.
En tanto, miles de personas que inmigraron a Estados Unidos, en su mayoría hispanos, hicieron oír su voz el miércoles ante el Congreso estadounidense por el inminente debate sobre una reforma migratoria y pidieron que se garantice una vía a la ciudadanía para más de 11 millones de indocumentados.
Estados Unidos deporta al año a más de 400 mil personas, muchas de ellas padres hispanos de hijos estadounidenses, lo que provoca la ruptura de familias.
Con información de AFP
