Corea del Norte ofreció el jueves a Estados Unidos y Corea del Sur una lista de condiciones para mantener conversaciones, incluyendo el levantamiento de las sanciones de Naciones Unidas, indicando un posible fin a semanas de hostilidad beligerante en la península coreana.
El máximo órgano militar de Corea del Norte también dijo en un comunicado que la desnuclearización de la península coreana comenzará cuando Estados Unidos quite las armas nucleares que Pyongyang dice que Washington ha desplegado en la región.
La maniobra fue probablemente una concesión al único aliado importante de Corea del Norte, China, que ha manifestado su creciente inquietud por la escalada de amenazas, y que agregó que las conversaciones son la única manera correcta de terminar con la tensión.
«El diálogo y la guerra no pueden coexistir», dijo el Comité de Defensa Nacional de Corea del Norte en el comunicado difundido por la agencia oficial de noticias KCNA.
«Si Estados Unidos y el títere (Corea) del Sur tienen el menor deseo de evitar el mazazo de nuestro Ejército y pueblo (…) y realmente desean diálogo y negociaciones, ellos deben tomar una decisión resuelta», indicó el organismo.
Estados Unidos ha ofrecido dialogar, pero con la condición previa de que eso conduzca a que Corea del Norte abandone sus ambiciones de armas nucleares. Pyongyang considera que sus armas nucleares son una «preciada espada» y ha prometido no cederlas.
Sin embargo, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, quien finalizó un viaje a la región a principios de esta semana que estuvo dominado por la preocupación sobre Corea del Norte, hizo hincapié en su interés por una solución diplomática.
Corea del Sur, que está llevando a cabo ejercicios militares con las fuerzas estadounidenses -lo que despertó la ira de Corea del Norte-, también ha propuesto conversaciones, una oferta que Pyongyang rechaza como poco sincera.
Corea del Norte intensificó su desafío a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU en diciembre, cuando lanzó un cohete que dijo puso un satélite científico en órbita. Los críticos dijeron que el lanzamiento estaba dirigido a impulsar el tipo de tecnología necesaria para lanzar una ojiva nuclear montada sobre un misil de largo alcance.
Esto vino seguido en febrero por su tercera prueba de un arma nuclear. Eso provocó nuevas sanciones de la ONU en marzo, endureciendo bruscamente las medidas existentes, lo que a su vez condujo a una dramática intensificación de las amenazas de Corea del Norte de ataques nucleares contra Corea del Sur y Estados Unidos.
La comisión militar norcoreana dijo que las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, «inventadas con razones injustas», deben ser retiradas.
«Deben tener en cuenta que hacerlo sería una muestra de buena voluntad hacia la RPDC», dijo. El nombre oficial de Corea del Norte es la República Popular Democrática de Corea (RPDC).
«La desnuclearización de la península coreana puede comenzar con la eliminación de las herramientas de guerra nuclear arrastradas por Estados Unidos y puede conducir al desarme nuclear global», agregó.
La comisión de Corea del Norte también pidió terminar con los ejercicios militares como los anuales que realizan Corea del Sur y Estados Unidos, que comenzaron a principios de marzo y tienen previsto continuar hasta finales de abril.
«Las maniobras frecuentes de guerra nuclear sólo tensarán la situación y bloquearán totalmente la vía del diálogo», afirmó.
Corea del Norte tiene un largo historial de realizar amenazas para lograr concesiones de Estados Unidos y Corea del Sur, para luego repetir el proceso. Tanto Washington como Seúl dijeron esta semana que ese ciclo debe terminar.
«Déjenme dejarlo claro, no tengo deseos como secretario de Estado y el presidente no tiene deseos de hacer lo mismo o de recorrer el mismo viejo camino», dijo Kerry en Washington el miércoles.
Destacó la importancia de China para influir en Corea del Norte y dijo que había enfatizado ese punto en conversaciones en Pekín la semana pasada.
China, que apoyó a Corea del Norte en la guerra civil de 1950-53 contra Corea del Sur, respaldada por Estados Unidos, ha sido siempre reticente a presionar a Pyongyang, temiendo que una inestabilidad en Corea del Norte envíe oleadas de refugiados a China. También ha mirado con desconfianza los ejercicios militares de Washington en Corea del Sur.
Pero la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hua Chunying, dijo que estaba en el interés de todos ver la desnuclearización de la península coreana.
«Creemos que el diálogo y las consultas son la única manera correcta para resolver los temas», sostuvo.
«La tarea más apremiante es incrementar los esfuerzos diplomáticos y volver lo antes posible al camino correcto del diálogo y las consultas», agregó. {jathumbnail off}