¿Existe una computadora que puede enseñarle a un teléfono celular a reconocer cualquier objeto que vea? ¿Una PC que pueda encontrar al instante las mejores rutas de vuelo para que miles de aviones eviten una tormenta de nieve? ¿Un ordenador que incluso pueda rastrear millones de publicaciones en redes sociales para identificar a un potencial terrorista?
Las computadoras tradicionales, incluidas las supercomputadoras, requieren de un tiempo prolongado para obtener esos tipos de datos.
Los científicos han teorizado que una computadora que pueda aprovechar los principios peculiares de la mecánica cuántica podría realizar esos cálculos en un instante, y resolver problemas que a una computadora normal le tomaría años.
La comunidad científica todavía debate si alguna vez se podrá construir una verdadera computadora cuántica.
La compañía D-Wave avanza con rapidez. Ya se ganó al principal fabricante de armas del Pentágono y ahora recibió otro respaldo: una colaboración a tres bandas entre la agencia espacial estadounidense, la NASA, Google y la Universities Space Research Association (USRA) para adquirir la segunda computadora D-Wave Dos.
D-Wave Systems, una firma con sede en Canadá, sorprendió en 2007 a la comunidad científica al anunciar que había construido la primera computadora cuántica del mundo.
La noticia fue recibida con escepticismo y críticas, particularmente de científicos que querían pruebas publicadas, evaluadas por sus pares, antes que un mero anuncio público.
Desde entonces, sin embargo, D-Wave Systems no sólo ha publicado literatura científica al respecto, sino que ha ganado importantes clientes.
El primero fue Lockheed Martin, la empresa de defensa más grande del mundo, que anunció este año la compra de la versión actualizada de su computadora, la D-Wave Dos, una computadora de 512 qubit (unidad mínima de información cuántica). Dos años atrás había adquirido una versión anterior.
El Pentágono y la comunidad de inteligencia de Estados Unidos han sido durante largo tiempo los principales inversores en la computación cuántica.
El mundo de los espías, en particular, la requiere para codificar datos y descifrar códigos, pilares del sector.
El interés del área de seguridad nacional también le conviene a D-Wave. “Francamente, no queremos miles de clientes: queremos un puñado de clientes realmente colaboradores para trabajar en cómo pueden aprovechar este tipo de tecnología”, dijo Vern Brownell, director ejecutivo de D-Wave Systems.
“En esa lista están el Departamento de Defensa y la comunidad de inteligencia”, agrega.
Lo que hace que estas computadoras sean tan valiosas para ellos es la forma en que hacen los cálculos, señaló la cadena británica de radiodifusión BBC.
Una computadora clásica realiza cálculos útiles al procesar bits que representan unos y ceros.
Pero una computadora cuántica “estándar” usa la idea del entrelazamiento cuántico, por el cual la información puede existir tanto como un uno y un cero como por un número infinito de “superposiciones” de ambos estados al mismo tiempo.
Estos “bits cuánticos”, o qubits como son conocidos, pueden trabajar en paralelo en vez de en forma secuencial, lo que permite que las resolver más rápido ciertos problemas.
Con información de iProfesional