Un emisario del líder norcoreano, Kim Jong-Un, llegó este miércoles a Pekín, en un momento de tensiones entre los dos aliados comunistas asiáticos y en vísperas de la cumbre entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y su homólogo chino, Xi Jinping.
El enviado, Choe Ryong Hae, director del Buró Político del Ejército Popular de Corea, viajó acompañado por una comitiva de altos responsables del Partido Comunista, indicó la agencia oficial norcoreana KCNA.
Choe, según la agencia oficial china Xinhua, fue recibido por Wang Jiarui, jefe del Departamento Internacional del partido Comunista Chino (PCC).
Se trata probablemente del máximo responsable norcoreano que visita China desde el viaje efectuado por Kim Jong-Il (padre y predecesor del actual líder del régimen), en agosto de 2011, fallecido cuatro meses después.
China es el principal aliado diplomático y brinda un respaldo económico clave para su vecino. Pero mostró su disgusto cuando Kim desoyó sus advertencias y procedió a dos disparos de cohetes (uno exitoso, en diciembre), considerados por los occidentales como pruebas encubiertas de misiles balísticos, y a un ensayo nuclear el 12 de febrero.
Pekín, a menudo criticado por obstruir en la ONU la adopción de represalias severas contra Pyongyang, cambió de actitud y votó las nuevas sanciones adoptadas en febrero por el Consejo de Seguridad de la ONU, que incluyen el bloqueo de cuentas bancarias. Esas sanciones generaron nuevas tensiones en la península coreana y China se encontró bajo fuerte presión para controlar a su imprevisible aliado, que amenazaba con lanzar ataques nucleares contra Estados Unidos y Corea del Sur.
La misión de Choe se produce en vísperas de la cumbre entre Obama y Xi, los próximos 7 y 8 de junio en California.
Además, a finales de junio, Xi recibirá a la nueva presidenta surcoreana, Park Geun-Hye.
«Choe es el hombre de mayor confianza de Kim» y debería «llevar un mensaje para Obama en lo que respecta a la paz en la Península Coreana y al tema nuclear», apuntó Yang Moo-Jin, un experto en cuestiones norcoreanas de la Universidad de Seúl, en unas declaraciones a la AFP.
«China está tratando de buscar alguna señal de compromiso y Choe podría dar alguna seguridad de que, por el momento, no habrá nuevos ensayos nucleares», dijo por su lado Cheong Seong-Chang, un analista del Sejong Institut, un ‘think-thank’ de Seúl. A cambio, según ese experto, Corea del Norte puede intentar obtener un encuentro bilateral entre Kim y el presidente chino.
Las relaciones entre Pekín y Pyongyang se forjaron en su alianza durante la guerra de Corea de 1950-1953, pero se han debilitado de manera significativa en los últimos años, a medida que las reformas económicas distanciaban a China de la rigidez ideológica de la dinastía de los Kim en su frontera nororiental.
Esas tensiones se evidenciaron recientemente, cuando un buque con 16 pescadores chinos fue capturado por unos marinos norcoreanos. El incidente provocó una ola de indignación en China, donde numerosos internautas reclamaron una respuesta fuerte.
— Japón estudia un diálogo directo con Corea del Norte —
También Japón, pese a la retórica nacionalista y conservadora de sus diplomáticos desde el regreso al poder del primer ministro Shinzo Abe, parece dispuesto a dar pasos para apaciguar la tensión regional.
El secretario general del gobierno japonés, Yoshihide Suga, admitió la «posibilidad» de reanudar las conversaciones directas con Corea del Norte sobre los japoneses secuestrados por hombres de Pyongyang en los años 1970 y 1980, algunos de los cuales todavía siguen en ese país.
A mediados de abril, Corea del Norte había amenazado también a Japón con un ataque nuclear.
La iniciativa nipona corre el riesgo de dividir al frente «antinorcoreano», preconizado sobre todo por Corea del Sur y Estados Unidos.
A mediados de este mes, Corea del Sur calificó de «inútil» una visita realizada por un asesor japonés a Corea del Norte para discutir precisamente el tema de los japoneses secuestrados.
Y el emisario estadounidense Glyn Davies había alertado contra una tentativa de «división de la comunidad internacional».
Un emisario del líder norcoreano, Kim Jong-Un, llegó este miércoles a Pekín, en un momento de tensiones entre los dos aliados comunistas asiáticos y en vísperas de la cumbre entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y su homólogo chino, Xi Jinping.
El enviado, Choe Ryong Hae, director del Buró Político del Ejército Popular de Corea, viajó acompañado por una comitiva de altos responsables del Partido Comunista, indicó la agencia oficial norcoreana KCNA. {jathumbnail off}