Villa de Álvarez.- Beto es una foca joven, un niño por así decirlo. Nació en cautiverio y vive en un remolque donde tiene una alberca y aire acondicionado a la temperatura que le gusta. Ama comer pescado y lo hace varias veces al día.
Beto es una foca muy trabajadora: podemos asegurar que se gana cada pescado que devora. Fue entrenado con paciencia y cariño por su dueño para ser cirquero. A eso se dedica.
Actualmente el circo donde Beto vive y labora está de visita en la ciudad de Villa de Álvarez. Ahí, dos o tres veces al día, la simpática foca arranca carcajadas a chicos y grandes y recibe a muchos niños que lo tocan para quedar fascinados con tan bonito animal.
Beto es una foca de circo. Jamás ha estado libre ni conoce mundo más allá de su remolque con alberca y la carpa donde cada tarde se entrega a su público.
Melissa Giraldo Frajio es la administradora de “Aquarius Circus”, el espectáculo donde Beto participa.
La chica de 24 años tiene opiniones encontradas acerca de si debe de aprobarse o no la prohibición a los circos con animales en todo el estado de Colima, propuesta el pasado jueves 4 de julio por el diputado del Partido Verde Ecologista de México, Mariano Trillo, ante el Congreso local.
“Por una parte lo apoyo pero por otra no. Estoy de acuerdo con que haya animales, porque es de ahí de donde yo vivo; hay muchos animales que son muy bien cuidados, en los circos se preocupan por el mantenimiento e incluso cada hora están limpiando el área donde está el animal, pero hay circos que la verdad no”.
Melissa reconoce que existen ambas partes y está segura de que deben proteger a los animales de quienes los maltratan. Propone que “se los quiten a quienes los tienen en mal estado”.
Acerca de las técnicas de entrenamiento, Giraldo Frajio ha conocido a todo tipo de entrenadores, y aunque no niega que existe quien maltrata a los animales para amaestrarlos, reconoce que muchos lo hacen con “tacto y carisma”.
“La gente que sabe no necesita violencia alguna para entrenar al animal, incluso con animales salvajes, solo con las palabras clave y mucha paciencia”.
Beto fue rentado. Su dueño, quien lo entrenó y lo recibió cuando llegó a este mundo, trabaja con el circo mientras ellos necesiten sus servicios. La foca tiene todos sus permisos en orden, vacunas y una placa con su número de serie.
“El dueño se preocupa mucho por el animal, todos los días se le lava; uno entra al remolque y no huele a pescado, a nada. Es nuestro trabajo y nosotros dependemos de él, por eso lo cuidamos tanto”.
Es la primera vez que en Aquaris Circus incluyen actos de algún animal. Siempre ha sido un espectáculo completamente artístico. Además la administradora asegura que hoy en día es muy complicado el trabajo con animales pues hay estados en donde ya no permiten hacerlo.
Melissa relata que ha habido ocasiones en que sociedades protectoras de animales han llegado a querer cerrarles el circo. En ese momento ellos sacan todos los papeles de la foca, para que vean que están en regla e invitan a que los manifestantes vean las condiciones en que vive el animal marino.
A pesar de esto, Beto ya tiene casi un año recorriendo la República Mexicana con ellos. Las 10 familias que conforman el espectáculo circense son también la familia de Beto, la foca simpática e inteligente que convive con los niños y hace reír a su público en cada función.
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