Otakus en Colima

Colima.- Para Stephan Bookman, un joven estudiante del Instituto Universitario de Bellas Artes (IUBA) de la Universidad de Colima, ser ‘otaku’ es poner una gran pasión en sus gustos y hobbies fuertemente influenciados por la cultura japonesa.

La palabra “otaku” originalmente significa “alguien obsesionado con algún tema”, sin limitarse a animes (series animadas japonesas) o mangas (comics japoneses), pero en América Latina se ha adoptado la palabra para describir lo que tiene que ver con la afición por esta cultura oriental.

La meca de los ‘otakus’ son las convenciones de ciencia ficción, comics y cultura asiática, en las cuales encuentran objetos muy preciados para ellos, desde coleccionables como figuras de acción, cartas, comics y mangas, hasta dulces japoneses, mochilas, tazas, camisetas con imágenes de personajes y videojuegos.

Dentro de esta subcultura hay diferentes tipos de personas, no todos comparten la misma ideología, así que es un grupo realmente rico en diversidad.

Una de estas posibilidades es conocida como ‘cosplay’ (jugar a disfrazarte) que consiste en que las personas se disfracen de sus personajes favoritos de mangas y animes para personificarlos, por simple gusto o para participar en concursos.

Stephan practica el ‘cosplay’ y asegura que este ambiente “no todo es color de oro”, pues las personas no siempre reaccionan de buena manera ante ellos.

“Algunas personas comunes, reaccionan a veces con curiosidad pero otras nos insultan. Cuando ven algo que no pertenece a su estructura de normal generalmente lo ven mal y lo atacan, sin tener la intención de saber en qué consisten nuestros gustos”.

Sin embargo, independientemente de las críticas, lo que a este joven le importa es pasarla bien con sus amigos, sin molestar a nadie, compartiendo opiniones sobre capítulos animados o pasando la tarde jugando videojuegos.

En Colima, el número de aficionados a la cultura japonesa ha ido creciendo. En 2010, había un pequeño grupo que se reunía en el kiosco del jardín Libertad, después se mudaron al jardín que está frente a la Pinacoteca Universitaria, donde se encontraban todos los sábados.

Actualmente, un local de crepas japonés llamado Hotaru es el lugar donde hay mayor concentración de chicos y chicas otaku en la ciudad de Colima. Ahí van a pasar el rato entre amigos, dibujar, charlar y jugar videojuegos.

Karla “Bellota”, quien es la dueña del lugar junto con su novio, asegura que 8 de cada 10 clientes que reciben son otakus.

“En eventos que hemos tenido en nuestro restaurante temático hemos llegado a tener hasta 150 personas. En eventos y exposiciones hemos llegado a saber que hay hasta 2 mil colimenses participando”.

El fenómeno otaku ha llegado hasta los municipios de Tecomán y Manzanillo.

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