Para revalorar el trabajo doméstico asalariado y no asalariado la ONU instituyó en 1983 el Día Internacional del Trabajo Doméstico.
En el inicio, su fin era revalorar la importancia de las labores del hogar, las que por lo general son ignoradas, disminuidas e invisibles. Se declaró como tal oficialmente durante el Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe para reconocer la contribución de las labores de las mujeres en los hogares, actividades que siguen siendo objeto de discriminación, sobre todo desde el punto de vista económico.
Según el INEGI, en 2012 la población ocupada en México, dedicada al trabajo doméstico remunerado en hogares particulares alcanzó poco más de 2 millones 200 mil personas, de las cuales 95 de cada 100 son mujeres.
Además, 8 de cada 100 trabajadores domésticos son analfabetas, dos de cada 100 trabajadores domésticos tienen acceso a servicios médicos como prestación laboral, mientras que uno de cada cuatro de los trabajadores domésticos nació en una entidad federativa diferente a la que residía en 2012.
También, se informó que hasta el año pasado siete de cada 10 trabajadores domésticos perciben hasta dos salarios mínimos y sólo 4.2 por ciento más de tres.
Del total de trabajadores domésticos remunerados, 139 mil 799, el 6.4 por ciento residen en las viviendas donde trabajan como trabajadores domésticos de planta.
Con información de agencias