México.- Este 5 de agosto se conmemora un año más de la muerte de Salvador Flores Rivera, conocido como ‘Chava’ Flores, ocurrida en 1987, y el primer aniversario luctuoso de la cantante Chavela Vargas.
Flores Rivera nació en la Ciudad de México, el 14 de enero de 1920 y falleció el 5 de agosto 1987, en la Merced. En 1986 se mudó a Morelia, Michoacán. Fue costurero, encargado de almacén, cobrador, vendedor ambulante, administrador de una ferretería, propietario de una camisería y una salchichonería, así como impresor.
Los barrios, calles y colonias de la ciudad de México son sus personajes centrales, con las cuales creó hermosas imágenes de la vida cotidiana del pueblo.
El tema que le dio popularidad al inicio de su carrera fue Dos horas de balazos. A esta canción siguió La tertulia, ambas grabadas por la compañía RCA Victor en 1952. A la par de este proceso, comenzó a presentarse en carpas y cabarets de la ciudad, lo cual favoreció su fama en el resto del país, en América Latina y en Estados Unidos.
Para 1976 ya había grabado siete discos de larga duración, y era dueño de la disquera Ageleste. Apareció en siete películas, entre ellas Mi influyente mujer, La esquina de mi barrio, Rebeldes sin causa, Bajo el cielo de México, El correo del norte, La máscara de la muerte y ¿A Qué Le Tiras Cuando Sueñas Mexicano?, en la cual actuó al lado de Luis de Alba. Sus canciones aparecían cantadas en otras películas, en voz de actores como Germán Valdés y Pedro Infante (por ejemplo El gato viudo y La tertulia, respectivamente).
Chavela Vargas
A un año de su fallecimiento, se recuerda a la cantante Chavela Vargas, quien nació en San Joaquín de las Flores, Costa Rica, el 17 de abril de 1919. La cantante lo mismo se presentó en tabernas que en palacios.
Alguna vez el cantante Joaquín Sabina afirmó que, por su obra y su personalidad, Chavela Vargas era un patrimonio vivo de la cultura iberoamericana, comentario que refrendaron en años posteriores numerosos cantantes, escritores e incluso académicos, quienes vieron en las canciones de Chavela un reflejo de esas pasiones y esos arquetipos un referente de su cultura, su tiempo, pero sobre todo del sentir de la última generación que se resistió al sin sentido de una modernidad a través de la bohemia y el arte. BP