Falleció el escritor Álvaro Mutis

México.- El escritor colombo-mexicano Álvaro Mutis falleció este domingo 22 de septiembre a las 16:20 horas, en el Instituto Nacional de Cardiología, por un problema cardiorrespiratorio, informó su esposa Carmen Miracle.

El cuerpo del poeta y escritor será velado este lunes 23 de septiembre a partir de las 10:00 horas en la funeraria García López de San Jerónimo, en la Ciudad de México.

Mutis nació el 25 de agosto de 1923 en Bogotá, Colombia; ha sido uno de los escritores de habla hispana más destacados de nuestro tiempo, poeta de gran riqueza expresiva, cuyo fallecimiento representa una gran pérdida para las letras del mundo.

Su obra recibió en vida del autor grandes reconocimientos internacionales como el Premio Xavier Villaurrutia, el Príncipe de Asturias de las Letras, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, así como el Premio Cervantes.

La importancia de la obra literaria de Álvaro Mutis, señaló el escritor Hugo Gutiérrez Vega, “es que describe un mundo perdido, la antigua Colombia de los propietarios rurales, como los de la familia Mutis”, así como la creación de personajes emblemáticos como Maqroll el Gaviero.

Maqroll es uno de los personajes más conocidos, ya que los libros de poesía del colombiano han sido traducidos a varios idiomas “y lo que a todo el mundo le interesa, quién es Maqroll, de dónde viene y a dónde va”.

Como un hombre ingenioso, de gran sentido del humor y sobre todo, muy culto, calificó el escritor Hugo Gutiérrez Vega al poeta y novelista colombiano Álvaro Mutis, quien el pasado 25 de agosto cumplió 90 años, de los cuales vivió más de 50 años en México

“Fue un hombre muy ingenioso, muy amable, muy educado, con un gran sentido del humor, a pesar de la enfermedad que lo hacía temblar constantemente y, por lo tanto, debería tener un humor endemoniado pero no, siempre se mantuvo optimista, viendo la vida, caminando la vida y gustando de la vida.

La vida de Álvaro Mutis fue intensa, pues con tan sólo dos años de edad, a causa de la profesión de su padre, se fue a vivir a Bélgica e hizo sus primeros estudios en Bruselas. Realizó viajes constantes durante las vacaciones entre Europa y Colombia, a donde regresó a vivir tras la muerte de su padre en 1931, para instalarse en una finca cafetalera y cañera en Coello, cerca de Tolima, que había fundado su abuelo y que heredó su madre.

De esas primerias travesías surge su fascinación por el mar y los barcos. El contacto físico con el trópico, con el clima de la tierra caliente, el aroma del café, el plátano y los árboles frutales, marcarían su posterior producción literaria.

De hecho, el autor colombiano reconocía que “todo lo que he escrito está destinado a celebrar, a perpetuar ese rincón de la tierra caliente del que emana la substancia misma de mis sueños, mis nostalgias, mis terrores y mis dichas. No hay una sola línea de mi obra que no esté referida, en forma secreta o explícita, al mundo sin límites que es para mí ese rincón de la región de Tolima, en Colombia”.

Muy joven, en 1941 y con sólo 18 años, contrajo matrimonio con Mireya Durán, con quien tuvo tres hijos y en 1942 para ganarse la vida, comenzó a trabajar en la emisora de radio Nuevo Mundo, después pasó a ser relacionista público de varias empresas como Esso, Standard Oil y Columbia Pictures, empleos en los que viajaba constantemente y que le dieron la oportunidad de conocer su país y muchas partes del mundo.

Tras dos años de estancia en Esso, fue demandado por la compañía debido a que ciertas cantidades de dinero que debían ser asignadas a obras de caridad, Mutis las usó en aventuras culturales, por lo que viajó de urgencia a México en 1956, país que desde entonces se convirtió en su lugar de residencia.

Este exilio, comentó Gutiérrez Vega, “marcó mucho a Álvaro, pero también le permitió colocarse en una perspectiva desde la cual veía a Colombia con mayor precisión, con mayor claridad, a veces abandonar el propio país nos permite verlo más claramente. Álvaro sí era muy colombiano en todos sentidos, en civilidad, etcétera, pero yo diría que era un colom-mex”.

Sin embargo, a los tres años de su llegada a nuestro país, en 1959 se hicieron efectivas las demandas en su contra y fue recluido en la cárcel de Lecumberri durante un año y tres meses. Su experiencia en la cárcel cambió del todo su visión del dolor y del sufrimiento humano.

Hugo Gutiérrez Vega recordó este importante hecho. “Cuando llega a México tiene un problemilla por ahí en una empresa donde trabajaba, parece ser que no era muy bueno con las cuentas. Y estuvo en Lecumberri y escribió un libro realmente muy interesante que se llama Diario de Lecumberri, no son sólo sus memorias, sino las reflexiones sobre la condición humana”.

Su producción literaria arrancó en 1948 con la publicación de su primer volumen de poesía, La Balanza, al que siguió en 1953, Los elementos del desastre. En 1960 da el viraje a la prosa con Diario de Lecumberri y es en 1973 cuando se inicia en la novela con La mansión de Araucaima.

Su reconocimiento popular llegó en 1986 con la publicación de la primera novela de Maqroll el Gaviero, La nieve del Almirante y al año siguiente, apareció la segunda obra de la saga: Llona llega con la lluvia, que le valió la Medalla de la Orden del Águila Azteca.

En 1988, la Universidad del Valle le concedió el grado de doctor Honoris Causa en letras y recibió el Premio Xavier Villaurrutia. La tercera obra de la serie de Maqroll, Un bel morir, apareció en 1989 y también publicó La última escala del Tramp Steamer. BP

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí